Catherine Camus, nacida en París en1945, hija del ensayista y filósofo francés Albert Camus, cree que el mensaje de su padre, Premio Nobel en 1957, “tiene plena vigencia” en el actual contexto internacional marcado por los conflictos bélicos y el auge de la ultraderecha en Europa.Gestora del legado literario del autor de La Peste o El Extranjero, Catherine Camus se encuentra en Sant Lluís -en la Isla de Menorca, Mediterráneo-, en donde asistió a la cuarta edición de las “Trobades Camus” -Encuentros Camus-, los premios instaurados en 2017 por el exministro de Asuntos Exteriores español Miguel Ángel Moratinos en recuerdo de la vertiente humanista y creativa de Albert Camus. Que era una persona muy coherente. Murió cuando yo tenía apenas 14 años. Tres años después, con 17, leí su obra y en todo lo que escribió le reconozco. No hay diferencia entre el hombre y la obra. Son lo mismo.Nada. Le reconocí plenamente, tal como era, salvo en la novela La caída. Allí fue cuando perdí la inocencia. Digamos que hasta entonces desconocía que todos llevamos también el mal dentro.No, porque toda mi vida he oído hablar de María en casa. Ya con 6 años pregunté sobre ella a mi madre y me sentí muy mal por hacerlo. Pero mi madre me contestó: “Tú eres como ella”. No supe cómo interpretarlo, pero creo que mi madre quería a María. Mi madre amaba a mi padre y aceptaba la relación. Al morir me dijo que no le supo mal, que mi padre no había sido un mediocre; mi padre nunca mentía.Casares fue una actriz española, nacionalizada francesa, que se exilió en Francia en 1936, hija del político republicano Santiago Casares Quiroga. El pasaje que María Casares le dedica en su libro de memorias La residencia privilegiada es magnífico.Y también en Armenia e Irán, aunque no se hable casi nunca de ello. En Irán el año pasado mataron a 800 jóvenes. Un desastre. Lo que hace falta es hablar con quien no piensa como tú, dialogar. En Francia tenemos mucha suerte de contar con Macron.Es como si mi padre hubiera escrito pensando en la situación que vivimos actualmente. Su mensaje ahora tendría plena vigencia. En todo momento se está proyectando el odio sobre el mundo.No lo sé. No hablo en nombre de mi padre. Pero, si tuviera que pertenecer a un partido, sería de aquellos que no están seguros de tener la razón.Ahora no queda vida privada. Todo el mundo cuenta lo que hace -a través de las redes sociales- pero, en cambio, es más individualista que nunca. Y desde la Covid aún más. Ha crecido la agresividad.El mundo necesita hablar. Los jóvenes tienen que comprometerse en conflictos como el de Israel con Palestina. Netanyahu es un cerdo. Antes decíamos que te puedes sentir orgulloso como un judío en Francia y ahora no podemos ni ir a Israel por culpa del antisemitismo.No. Hablar sobre su obra es fácil, pero es muy difícil no decepcionar el amor que la gente siente por él. Con información de EFE.