Jueves, 21 de Noviembre 2024

A fuego lento: madres cocinan para sus hijos desaparecidos

Hay libros que se leen y otros que se degustan como “Recetario para la Memoria”, un proyecto social, fotográfico y gastronómico que rinde homenaje a todas las mujeres que buscan a sus familiares que han sido víctimas del crimen organizado
 

Por: Ana Rodríguez

El pozole para Roberto, una de las recetas compiladas en el libro. ESPECIAL/Z. Gómez

El pozole para Roberto, una de las recetas compiladas en el libro. ESPECIAL/Z. Gómez

Sacan los manteles, los platos, los cubiertos, ponen la mesa… Desde la cocina se percibe la sazón de los platillos caseros. Todos se reúnen alrededor de la mesa, se sientan… Todos, menos uno: un hijo, una hija que un día salió, no regresó y dejó un lugar vacío. Un joven, cuya madre se niega a que forme parte de las estadísticas, porque no es un número… Ella o él tienen un nombre y cada uno tenía un platillo favorito, el cual quedó plasmado en el libro “Recetario para la memoria”. 

Dirigido por la fotógrafa Zahara Gómez Lucini, esta obra presenta los platillos preferidos de los hijos de Las Rastreadoras del Fuerte, un grupo de mujeres que están dispuestas a remover cielo y tierra hasta encontrar los cuerpos de sus descendientes, quienes fueron víctimas de las desapariciones forzadas que azotan al estado de Sinaloa.

Sobre la génesis de este proyecto Zahara señala en entrevista: “Surge porque yo vengo colaborando con Las Rastreadoras del Fuerte desde hace unos años -desde el 2016-. El tema de los desaparecidos es un asunto que nos incumben a todos y buscamos el formato que nos permitiera acercarnos a más gente; así que pensamos que se podía hacer a través de la gastronomía añadiendo a la figura de Las Rastreadoras. Desde 2018 se empezó a cocinar a fuego lento este libro y todo el equipo involucrado en él apostó por la libertad editorial”.

Zahara considera que la comida es un camino con mucha luz, “así que si se puede hablar desde ahí y hacer partícipe a la persona que compre el libro y piense en la persona que ya no está, ahí es donde se crea un puente. Y es que sentarse a la mesa y compartir los alimentos es uno de los actos más íntimos que hay en las familias; hacerlo con la tristeza de dejar un lugar vacío ante la ausencia de un miembro, es una tragedia”.

Hogar. Una madre es fotografiada desde su cocina. ESPECIAL/Z. Gómez

La psicomagia de la comida

Zahara Gómez comparte que realizar este libro ha sido todo un viaje que le permitió “hacer presentes a lo que ya no están; es una manera de compartir un dolor, de honrar el trabajo de Las Rastreadoras… Nunca pensé en el nivel de psicomagia, de simbolismo, de fetichismo que se puede encontrar en hablar de comida para alguien que no está y al final te la estás comiendo tú. Esos niveles de simbolismo yo no los tenía tan claros cuando iniciamos y después, conforme hemos ido caminando estoy agradecida de haber compartido la mesa y probar lo que ellas cocinaron. Compartir la historia del platillo, por qué le gustaba tanto y cuáles son los recuerdos que traen ha sido para mí emocionalmente fuerte, pero también me ha hecho conocerlos, más allá de las fotos o el nombre, de una fecha o una edad”. 

Cabe señalar que para esta primera edición participaron 30 familias, “pero la idea es poder seguir haciendo un recetario que vincule a otras regiones del país, otros grupos”, agrega la coordinadora del proyecto.

La pusieron la sal

“Recetario para la Memoria” es un proyecto que estuvo acogido por los chefs mexicanos Enrique Olvera, Eduardo García y Óscar Herrera, quienes guiaron el libro hacia la rigurosidad gastronómica y ayudaron a costear la impresión; pero, ¿cómo surge su acercamiento?

“Soy fotógrafa, maestra y trabajo para revistas. He trabajado para empresas del sector culinario, y cuando empezamos el proyecto me comunique con el equipo del restaurante Pujol y con Eduardo para buscar un acompañamiento, y ellos propusieron costear la impresión. Y es que la idea de este proyecto es mezclar el arte, los derechos humanos y el mundo de la gastronomía y crear puentes con otras realidades. Han sido unos padrinos increíbles, nos han dado mucha sal”, comenta Zahara.

Sigue a este proyecto:

@recetarioparalamemoria 

@lasrastreadoras 

@zaharafoto

Camino. Terrenos por donde buscan a sus hijos Las Rastreadoras. ESPECIAL/Z. Gómez

¿Quiénes son Las Rastreadoras del Fuerte?

Este grupo se formó en Sinaloa en 2014, tras la desaparición de Roberto Corrales Medina, en la ciudad de Los Mochis. Está integrado por más de 130 mujeres que no buscan cuerpos en fosas clandestinas, ellas buscan tesoros. Les llaman tesoros porque quienes están bajo tierra, constituyen lo más valioso para su familia: son sus hijos. Hasta hoy han podido localizar los restos de 195 personas víctimas de la desaparición forzada. Hasta enero de 2020 siguen buscando a mil 504 víctimas.

Toma nota

“Recetario para la Memoria” tiene un precio de venta en línea de 480 pesos; está disponible en: https://www.recetarioparalamemoria.com. Este libro es una autoedición y las ganancias van al 50% con Las Rastreadoras.

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