Viernes, 22 de Noviembre 2024

Banksy celebra a Basquiat en Londres

El artista deja dos nuevos murales en las paredes del centro de arte Barbican, que acogerá a partir de hoy una exposición del afamado grafitero neoyorquino

Por: El Informador

LONDRES, INGLATERRA (20/SEP/2017).- El gran artista callejero del siglo XX ha sido recibido con honores por el gran artista callejero del siglo XXI. 30 años después de su muerte a los 27 por sobredosis, convertido en icono omnipresente y en peso pesado del mercado del arte, Jean-Michel Basquiat es el objeto de una gran exposición que se inaugura hoy en el centro Barbican de Londres. Y en un túnel del gran complejo arquitectónico brutalista, paradójicamente declarado “libre de grafitis”, ayer por la mañana aparecieron dos murales de Banksy.

En uno de los grafitis, la gente hace fila ante la caseta de una noria cuyas cabinas han sido sustituidas por las esquemáticas coronas de tres picos que utilizaba Basquiat en sus pinturas. El artista indómito convertido en atracción de feria.

En el otro, dos agentes de policía se cuelan en el famoso cuadro de Basquiat “Boy and dog in a Johnnypump” y cachean a la figura del niño. “Retrato de Basquiat recibiendo la bienvenida de la Policía Metropolitana”, reza el pie de foto en Instagram.

Una invitación a imaginar cómo habría sido recibido Basquiat, uno de los primeros artistas negros estadounidenses de renombre y que denunció el racismo en su obra, en un país en que, todavía hoy, las personas negras sufren muchos más cacheos policiales que las blancas.

Una muestra sin precedentes

La muestra promete, a través de más de un centenar de piezas, una panorámica sin precedentes de la explosiva imaginación de un creador multidisciplinar, pionero del neoexpresionismo, cuya influencia sigue siendo inmensa. Supone un reconocimiento tardío al artista neoyorquino en Reino Unido. En ninguna colección pública del país hay obra de Basquiat y nunca se le había dedicado una gran exposición en suelo británico. “Definitivamente, vamos con retraso”, reconocía la comisaria, Eleanor Nairne, en la presentación de la exposición el año pasado.

La exposición arranca con la reconstrucción de la que fue la primera exposición de Basquiat en Manhattan en 1981, una muestra colectiva de la que los comisarios han rastreado 17 piezas de otros artistas que estuvieron colgadas junto a la suya.

Desde esa primera exposición hasta su muerte transcurrieron solo siete años. Una carrera y una vida cortas que Basquiat apuró hasta el mismo final, como demuestra “Riding with dead”. El cuadro, en el que un jinete negro cabalga sobre un esqueleto a cuatro patas, lo pintó meses antes de sucumbir a una intoxicación de heroína y cocaína en el apartamento que alquilaba a Warhol en Great Jones Street.

ALTAMENTE COTIZADO
Una plataforma nueva

En mayo, en las subastas de Sotheby’s en Nueva York, un cuadro de Basquiat se vendió por casi 93 millones de euros, el precio más alto alcanzado en subasta por una obra de un artista estadounidense. “Esto empuja a Basquiat a una plataforma completamente nueva”, decía entonces Oliver Barker, de Sotheby’s.

La leyenda de Basquiat encierra no pocos malentendidos. Entre otros, el de su condición de criatura callejera. Es cierto que fue autodidacta, que abandonó la escuela (privada) a los 16 años y que llegó a dormir en los bancos de los parques de Manhattan. Pero eso fue tras abandonar un hogar de clase media en Brooklyn, con una madre aficionada al arte que lo llevaba con regularidad al MoMA. Cierto que salía por la noche con sus aerosoles de pintura, pero las enigmáticas frases que firmaba en las paredes del Soho tenían más que ver con la elitista performance que con el mundo del grafiti.

No tardó en convertirse en una figura icónica en un Lower East Side que mutaba de cloaca habitada por yonkis y pandilleros a efervescente campo de acción de un nuevo arte contemporáneo.

El País

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