Tecnología

El centro de la Tierra es una bola de hierro de 650 kilómetros de radio

Investigadores dicen haber encontrado evidencia de que la Tierra tiene otro núcleo más en su interior

Es aceptado por el mundo científico que la Tierra está formada por diferentes capas, y en el centro, a 5 mil kilómetros de profundidad, hay una esfera casi toda de hierro que forma su núcleo interno con un radio de unos 1.220 kilómetros.

Ahora, un nuevo estudio sugiere que una bola de hierro con un radio aproximado de 650 kilómetros se encuentra dentro de ese núcleo interior de la Tierra, según se detalla en una investigación publicada hoy por la revista Nature.

La existencia de otro núcleo menor, una nueva capa aún más interna, es una hipótesis que ha sido objeto de debate en los últimos 20 años, pero este nuevo estudio viene a aportar más evidencias al respecto.

Este estudio usa la red mundial de sismógrafos. ESPECIAL

Sondear el interior más profundo de la Tierra es un gran reto. Por eso, los científicos usaron una técnica basada en la medición de los rebotes de las ondas sísmicas creadas por terremotos en todo el mundo, a medida que viajan por el interior del planeta.

"Este estudio utiliza la red mundial de sismógrafos, en constante crecimiento, para producir pilas globales de algunos eventos sísmicos significativos de forma individual", escribieron los autores Thanh-SonPham y Hvoje Tkalcic, de la Universidad Nacional de Australia. 

El núcleo interno de nuestro planeta sería irreconocible para cualquier terrícola.

La presión es tres millones de veces mayor que en la superficie y la temperatura ronda los 5,500 grados.

“Si pudiéramos desmantelar el planeta quitándole el manto y el núcleo externo líquido, veríamos que el núcleo interno brilla como una estrella”, explica Hrvoje Tkalčić, geofísico de la Universidad Nacional de Australia y autor del estudio sobre la capa más interna de la Tierra.

Comprender el interior del núcleo es esencial para saber cómo se formó nuestro planeta y cuándo dejará de ser un lugar habitable cuando el núcleo externo se solidifique por completo y desaparezca el campo magnético que lo protege de la radiación espacial. Eso no sucederá hasta dentro de miles de millones de años, pero es interesante también para entender planetas muy parecidos a la Tierra que perdieron su escudo magnético, como Marte.

El estudio puede aclarar otro enigma difícil de resolver. El hierro del corazón del planeta poco se parece al de la superficie.

Las temperaturas y la presión son tan altas que este elemento forma “cristales” poliédricos. Hay dos escuelas, una que sostiene que los cristales en el núcleo tienen forma de cubo y otra que argumenta que en la parte más interna la física solo hace posible el hexágono.

El sentido de disposición de estos cristales y los átomos que los forman determinaría las direcciones rápidas y las lentas. “Este trabajo parece inclinarse por la configuración cúbica en la parte más interna del núcleo y la hexagonal en zonas más externas”, explica Maurizio Mattesini, catedrático de Física de la Tierra e investigador del Instituto de Geociencias (CSIC-UCM) especialista en la estructura interna de la Tierra.

“Aún faltan datos para llegar a una conclusión, pero gracias a este tipo de estudios, las simulaciones en laboratorio y los cálculos teóricos de mecánica cuántica que hacemos en mi grupo, por ejemplo, van restringiendo las posibilidades. Creo que ya estamos cerca de saber la verdad”, añade.

Los investigadores filtraron las ondas de esos 16 terremotos que atravesaron el corazón del planeta para quedarse solo con la parte interesante. Después compararon lo observado con diferentes modelos de núcleo interno y la conclusión más probable fue la que presentan. “Cuando vi estas señales sísmicas me quedé de piedra”, reconoce Puy Ayarza, directora del Departamento de Geología de la Universidad de Salamanca. “Se trata de fases sísmicas completamente nuevas que permiten estudiar muy bien el núcleo interno. Es un trabajo muy sólido, pues hay muy pocos factores de confusión”, destaca.

Este trabajo llega unas semanas después de que otro equipo liderado por Xiadong Song mostrase que el núcleo externo de la Tierra -la parte líquida que rodea al núcleo interno y que es clave para generar el campo magnético- se ha ralentizado.

“Este trabajo añade datos interesantes”, opina Song, que trabaja en el Instituto de Geofísica Teórica y Aplicada de la Universidad de Pekín. “El modelo que presentan es parecido al que propuso nuestro grupo hace unos años. Pero hace falta seguir estudiando para entender la verdadera naturaleza de la parte más profunda del planeta”, añade.

CR

Síguenos en

Temas

Sigue navegando