Salud: Expertos hallan nueva forma de tratar la principal causa mundial de muertes maternas

Un sistema sencillo y barato permite tratar las hemorragias posparto y reducir hasta en un 60 por ciento el riesgo de padecer esta complicación, que afecta a 14 millones de mujeres y es la principal causa de mortalidad materna en el mundo, informó este martes la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La hemorragia posparto, que es una complicación en la que la mujer pierde más de medio litro de sangre en las 24 horas que siguen al parto, causa un total de 700 mil muertes por año.

Un estudio científico, realizado por un equipo de expertos británicos y de la OMS, involucró a 200.000 mujeres en varios países y probó este mecanismo simple y de bajo costo para medir objetivamente la cantidad de sangre que está perdiendo la madre durante el parto.

"El tiempo es esencial cuando se responde a una hemorragia posparto, de modo que las intervenciones que eliminen los retrasos en el diagnóstico y el tratamiento pueden revolucionar la salud materna", señaló el responsable del ensayo, el profesor Arri Coomarasamy.

La nueva recomendación de la OMS pasa por una detección rápida y exacta de la hemorragia, a la que debe seguir un tratamiento inmediato y en conjunto -cuando sea indicado- que incluya masajes uterinos, medicinas para contraer el útero y detener el sangrado, y fluidos intravenosos.

El método usado hasta ahora, que consiste en una inspección visual, tiende a subestimar la pérdida de sangre y puede llevar a una demora del tratamiento que pone en riesgo la vida de la paciente.

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La investigación plantea que las distintas etapas del tratamiento se administren juntas, en lugar de hacerlo de forma secuencial y con pausas entre una y otra intervención. De esa manera, las hemorragias severas (pérdida de más de un litro de sangre tras el parto) se reducían en un 60% y con ello disminuía el riesgo de muerte.

Con estas indicaciones también se observó que se reduce la tasa de transfusiones sanguíneas, lo que es de particular importancia en los países de bajos ingresos, donde la sangre es un bien escaso y caro.