Neurotecnología: Buscan regularla para asegurar la integridad mental
Expertos reunidos en la Unesco apuntan a contener los riesgos relacionados con la inteligencia artificial
Dotar de regulación a la neurotecnología es la nueva misión en la que se embarcó la Unesco ante los desafíos éticos que plantea esta actividad, la cual aprovecha el vertiginoso aumento de los conocimientos sobre el cerebro humano y tiene una gran convergencia con la inteligencia artificial (IA).
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reunió este jueves en una Conferencia Internacional sobre la Ética de la Neuroteconología a representantes gubernamentales y expertos de todo el mundo.
Los Estados miembros de la Unesco solicitaron el encuentro, que se desarrolla en París, para trabajar en un corpus de recomendaciones globales que reglamenten la neurotecnología en lo que respecta a los derechos humanos, como ya se hizo en 2021 con la IA.
"Especialmente trascendental y potencialmente dañina es la convergencia en curso entre la neurotecnología y la IA. Nos encaminamos hacia un mundo en el que los algoritmos nos permitirán descodificar los procesos mentales de las personas y manipular directamente los mecanismos cerebrales", alertó la subdirectora General de Ciencias Sociales y Humanas de la Unesco, Gabriela Ramos.
La funcionaria destacó que la neurociencia está ayudando a comprender y tratar problemas como la enfermedad de Parkinson, el Alzheimer y la depresión o a desarrollar prótesis, pero también ofrece amplias posibilidades industriales y mercantiles que ya se están traduciendo en el desarrollo de dispositivos basados en la lectura de parámetros cerebrales.
"En este mundo que cambia y nos sobrepasa" parece "que estamos desvalidos, pero no lo estamos", señaló Ramos al inaugurar la conferencia.
De acuerdo con la Unesco, las inversiones públicas realizadas desde 2013 en la neurotecnología -que comprende los dispositivos y procedimientos utilizados para acceder, controlar, investigar, manipular y/o emular la función de los sistemas neuronales- fueron de 6 mil millones de dólares.
En el sector privado, la inversión se multiplicó por 10 entre 2010 y 2020, hasta un total de 33 mil 200 millones de dólares, y se calcula que para 2027, con la comercialización de dispositivos neurotecnológicos, supondrá un mercado de 24 mil 200 millones de dólares.
Sin embargo, se trata de un sector muy concentrado en el que sólo un puñado de países acumulan la mayoría de investigaciones, patentes y productos.
El líder absoluto en patentes es Estados Unidos, con un 47% del total mundial, seguido de lejos por Corea del Sur (11%), China (10%), Japón (7%), Alemania (7%) y Francia (5%). Estos países concentran casi el 90% de las registradas a nivel global.
¿Ciencia ficción o realidad?
"Cosas que antes parecía que eran ciencia ficción como mapear pensamientos, acceder a nuestros recuerdos o manejar dispositivos con nuestra mente, están cerca de ocurrir", señaló la subsecretaria de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile, Carolina Gainza, que participa de la reunión en la Unesco.
Y si no se regulan, podrían ser una amenaza para "todos los derechos humanos" al tocar aspectos como la identidad y el libre albedrío, agregó la experta.
Por su parte, la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial de España, Carme Artigas, mencionó que los datos neuronales no deberían tratarse como el resto de las informaciones biométricas que no nos definen, sino como órganos, de manera que no sean comercializables.
Artigas también puso sobre la mesa la idea de la creación por parte de la comunidad internacional de una agencia supranacional para neurotecnología, al igual que existe para la energía atómica.
"Yo creo que tenemos que dar más peso al ámbito académico que al industrial", al contrario de lo que ha ocurrido con la IA, agregó la especialista española también desde la cumbre en París.
El experto en neurociencia Rafael Yuste, catedrático de la Universidad de Columbia y uno de los padres del proyecto BRAIN -que impulsó la Administración estadounidense durante el mandato de Barack Obama- indicó que en sólo unos cinco años, podría haber dispositivos para escribir en un ordenador mediante el pensamiento, sin necesidad de un teclado.
"El 90% de las consecuencias van a ser muy positivas, hasta el punto de que puede llevar a un nuevo Renacimiento para la humanidad", destacó Yuste, otro de los participantes del encuentro en la sede de la Unesco.