Síntomas del síndrome de progeria o envejecimiento prematuro en niños y niñas
La expectativa de vida media de un niño o niña con progeria es de unos 15 años
La progeria, también conocida como síndrome de progeria de Hutchinson-Gilford, es un trastorno genético progresivo extremadamente raro.
De acuerdo con Mayo Clinic, provoca una aceleración del envejecimiento de los infantes a partir de los primeros dos años de vida.
Los niños y niñas con progeria suelen parecer sanos cuando nacen. Durante el primer año, empiezan a aparecer síntomas como el crecimiento lento, la pérdida de tejido adiposo y la caída del pelo.
La expectativa de vida media de un niño o niña con progeria es de unos 15 años. Algunas personas con la enfermedad pueden morir más jóvenes y otras vivir más tiempo, incluso hasta los 20 años, de acuerdo con la información de Mayo Clinic.
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La progeria no tiene cura, pero los nuevos tratamientos e investigaciones son prometedores para controlar la enfermedad.
Síntomas físicos:
- Crecimiento lento y escaso aumento de peso, con una estatura y un peso por debajo de la media.
- Escasez de la grasa que se almacena justo debajo de la piel.
- Cabeza grande en comparación con la cara.
- Mandíbula, mentón y boca pequeños y labios finos.
- Nariz fina y curvada, con la punta ligeramente en gancho.
- Ojos grandes y párpados que no se cierran por completo.
- Caída del pelo, incluso de pestañas y cejas.
- Piel delgada, manchada y arrugada.
- Envejecimiento prematuro.
Problemas de salud:
- Enfermedad cardiovascular.
- Retraso en la formación de los dientes y forma de los dientes inusual.
- Cierto grado de pérdida auditiva.
- Pérdida de grasa debajo de la piel y pérdida de músculo.
- Problemas de crecimiento y desarrollo de los huesos.
- Problemas articulares, como rigidez en las articulaciones.
- Dislocación de cadera.
- No hay progresión significativa de la pubertad.
Sammy Basso, el científico que visibilizó el síndrome
El científico italiano Sammy Basso falleció el pasado 6 de octubre a los 28 años de edad. Él padecía progeria y fue reconocido por dar visibilidad y estudiar su propia enfermedad.
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Nacido en 1995 en Schio (norte), con dos años le diagnosticaron la progeria de Hutchinson-Gilford. Esta enfermedad solo afecta a 1 de cada 20 millones de personas.
Sin embargo, Sammy dedicó su vida a la investigación y la divulgación de su propio síndrome y en 2018 se licenció en Ciencias Naturales en la Universidad de Padua (norte) con una tesis sobre posibles terapias para ralentizar su desarrollo.
*Con información de EFE
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MV