Coronavirus: Los avances médicos para tratar la enfermedad
La medicina empieza a acotar los tratamientos útiles, descartando algunos, sin que todavía se disponga de un remedio eficaz
La medicina empieza a acotar los tratamientos útiles contra el COVID-19, descartando por ejemplo los antivirales contra el HIV y la hidroxicloroquina, sin que todavía se disponga de un remedio eficaz aplicable a la mayoría.
La dexametasona y otros corticoides
La dexametasona permite reducir la mortalidad del COVID-19 y desde septiembre está recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
Sin embargo, no debe administrarse al inicio de la enfermedad, puesto que rebaja las defensas inmunitarias.
Es por ello que funciona entre los pacientes en estado más grave, puesto que reduce la aceleración del sistema inmunitario -la llamada tormenta de citoquinas-, responsable de una peligrosa inflamación.
El resto de medicamentos de la misma familia, los corticoides, también permiten reducir de 21% la mortalidad al cabo de 28 días entre los casos más graves, según varios estudios publicados en septiembre en la revista médica Jama.
La OMS recomienda por tanto el "uso sistemático de corticoides para pacientes en estado grave o crítico".
El remdesivir
Este antivírico desarrollado inicialmente contra el Ébola reduce ligeramente el tiempo de recuperación de los enfermos hospitalizados (de 15 a 11 días), según un estudio divulgado por el New England Journal of Medicine. Pero no reduce la mortalidad.
Vendido por la farmacéutica Gilead bajo el nombre comercial de Veklury, este medicamento fue el primero en recibir en julio una autorización condicional de salida al mercado europeo.
Sin embargo, se emplea más en Estados Unidos que en Europa.
Por otro lado, la EMA indicó el 2 de octubre que estudiaría un vínculo potencial entre la toma de remdesivir y "problemas renales agudos".
Los anticoagulantes
Como los corticoides, se emplean entre los pacientes en estado más grave. El objetivo es evitar los coágulos de sangre, una de las complicaciones del COVID-19.
La hidroxicloroquina
Este antipalúdico, defendido a capa y espada por el ya célebre doctor francés Didier Raoult, fue objeto de un encendido debate en el que tomaron partido (a favor) dirigentes como Donald Trump y Jair Bolsonaro.
Pero los estudios, especialmente el vasto ensayo británico Recovery, mostraron que la hidroxicloroquina es ineficaz contra el COVID-19.
La saga estuvo marcada además por un escándalo académico: a principios de junio, la prestigiosa revista The Lancet tuvo que retirar un estudio crítico con la hidroxicloroquina debido a las sospechas de fraude.
Lopinavir-ritonavir
Administrada contra el virus del sida, la asociación de estos dos medicamentos no es eficaz entre los pacientes hospitalizados, según Recovery.
Anticuerpos de síntesis
Estos anticuerpos llamados "monoclonales" se fabrican en laboratorio y se inyectan por vía intravenosa con el fin de apoyar al sistema inmunitario a la hora de neutralizar el SARS-CoV-2.
Trump recibió un tratamiento experimental de este tipo cuando contrajo el COVID-19. Fabricados por la empresa biotecnológica estadounidense Regeneron y con unos resultados preliminares alentadores, estos anticuerpos serán probados ahora a gran escala en el marco de Recovery.
Otro grupo estadounidense, Eli Lilly, desarrolla un tratamiento similar, pero el martes anunció la suspensión del ensayo por motivos de seguridad no detallados.
Estos nuevos tratamientos son "prometedores", pero "en conjunto, su eficacia y seguridad no han sido por ahora demostradas", aseguró recientemente el inmunólogo Anthony Fauci, uno de los principales expertos del gobierno de Estados Unidos.
Plasma
Se trata de realizar una transfusión de plasma sanguíneo extraído a pacientes curados con el fin de que los enfermos se beneficien de sus anticuerpos.
Según algunos estudios, este tratamiento fue eficaz para tratar el virus del Ébola y el SRAS, de la misma familia que el nuevo coronavirus.
Actualmente, Recovery compara si la administración de plasma es más eficaz que los otros tratamientos.
Otras pistas
Recovery también evalúa la eficacia del tocilizumab, un medicamento del que se espera sirva para luchar contra el fenómeno inflamatorio que se da en los casos más graves.
En paralelo, hay programas en el mundo en que los científicos tratan de analizar si hay moléculas ya existentes que podrían ser eficaces contra el COVID-19.
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