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Científicos desarrollan prueba para la detección temprana de autismo

Por medio de estudios de electroencefalografía se planea captar más rápido si algún bebé tiene el trastorno

Científicos de las universidades de San Francisco, de Boston y de Harvard desarrollan una prueba que puede detectar en niños de hasta tres meses patrones de ondas cerebrales asociados con el desarrollo posterior del autismo.

Mediante pruebas de electroencefalografía, este método constituye la primera prueba para detectar el Trastorno de Espectro Autista (TEA) en etapa muy temprana, lo que ayudaría al desarrollo de terapias para limitar los efectos adversos de esa afección neurológica.

En un comunicado de la Universidad de San Francisco (USF), los científicos destacan la importancia de este trabajo, ya que la mayoría de los niños con EAT se diagnostican entre los tres y cuatro años de edad, hasta que surgen síntomas de comportamiento.

William J. Bosl, profesor asociado de informática de salud y psicología clínica de la USF, encabeza esta investigación junto con expertos de la Escuela de Medicina de la Universidad Harvard y el Hospital de Niños de la Universidad de Boston.

Las terapias actuales para el autismo hacen hincapié en revertir los síntomas de comportamiento, que pueden incluir retrasos en el lenguaje y comunicación, y dolor físico.

Sin embargo, si es posible detectar el autismo antes de que aparezcan esos síntomas, se pueden desarrollar nuevas terapias que reduzcan o prevengan por completo la sintomatología.

Bosl explicó que el cerebro experimenta un desarrollo crítico entre los seis y nueve meses y, según su investigación, esto parece ser cuando ocurren los trastornos que conducen a los síntomas adversos del autismo.

"El objetivo de nuestra investigación es estimular el desarrollo de nuevas terapias para fortalecer los circuitos neuronales deteriorados y redirigir el desarrollo cerebral durante ese período de desarrollo crítico", informó.

El también director del programa de maestría de USF en informática de la salud destacó que las intervenciones tempranas para los síntomas adversos del autismo aún no existen, pero confió en que con este trabajo que realizan mediante pruebas de electroencefalografía (EEG) haría posible comenzar a desarrollarlos.

La investigación incluyó un seguimiento del desarrollo cerebral de 190 bebés, observando la actividad eléctrica en sus cerebros con pruebas de EEG. Usando algoritmos de aprendizaje automático y de física no lineal, el equipo comparó los resultados con los de niños mayores, algunos con diagnóstico de autismo y otros sin él, e identificaron con más del 95 por ciento de precisión, el patrón eléctrico del cerebro que también indica autismo.

Los expertos informaron que llevarán su estudio de laboratorio a la fase de ensayo clínico, en la que se esperan aplicar esta prueba de autismo en los exámenes de rutina para bebés en las clínicas pediátricas de Estados Unidos, como la que se aplica para audición o presión arterial.  

OB

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