Tecnología

Crean cuasi embriones humanos para estudiar primeras etapas del desarrollo

La investigación fue publicada en medio de la polémica por la "recreación" embrionaria en laboratorio

Expertos aplicaron una nueva técnica para formar estructuras semejantes a embriones humanos de entre nueve y 14 días, que no pueden desarrollarse a la fase fetal pero ofrecen oportunidades para estudiar etapas no exploradas del desarrollo de las personas.

El estudio, liderado por la Universidad de Yale, fue publicado el martes por la revista Nature después de dos difusiones previas (aún no revisadas por la comunidad científica): una sobre la obtención de embriones humanos sintéticos y otra de modelos de embrión.

La nueva investigación indica que las células madre pluripotentes humanas, que pueden convertirse en varios tipos de células o tejidos del cuerpo, son capaces de autoorganizarse en estructuras tridimensionales que imitan los acontecimientos del desarrollo embrionario tras la implantación en el útero.

La flamante técnica da lugar a estructuras que se asemejan a embriones humanos en los días 9 a 14 tras la fecundación y que incluyen tejidos embrionarios y algunos extraembrionarios.

Según los expertos, esto permitió captar las interacciones tisulares durante el desarrollo inicial, es decir entre lo que se conoce como el "epiblasto embrionario temprano" -que es la capa de células que da lugar a la generación de todos los tejidos- y el "hipoblasto extraembrionario", una capa de células que generan el saco vitelino.

Los investigadores precisaron que al carecer de las células que intervienen en el desarrollo de la placenta, estas estructuras no pueden desarrollarse hacia la fase fetal.

Limitaciones éticas

El equipo encabezado por Monique Pedroza, de la Universidad de Yale, expresó que investigar el desarrollo humano es “un importante reto científico”, debido a las limitaciones técnicas y éticas que supone trabajar con muestras embrionarias.

La estrategia desarrollada constituye “un método experimental sólido para investigar múltiples características críticas y específicas del desarrollo humano”, escribieron los autores.

Consideran, además, que la capacidad de imitar estos procesos en el laboratorio puede ofrecer vías de investigación biomédica que ayuden a superar lo problemas éticos asociados a la investigación con embriones humanos.

Estas estructuras autoorganizadas no son sintéticas ni idénticas a los embriones humanos que se desarrollan de forma natural tras la fecundación, explicó Darios Widera, de la Universidad de Reading (Reino Unido), quien no participó en el estudio.

El investigador Jason Limnios de la Universidad de Bond, en Australia, ajeno también a la investigación, explicó que el equipo creó una colección de varios tipos de células que se encuentran en el embrión temprano, las cuales se comunican entre sí para coordinar decisiones críticas, como por ejemplo en qué tipo de célula convertirse o cuánto dividirse.

La autoorganización de las células madre en pos de la formación embrionaria, una de las claves del nuevo estudio. EFE/ Archivo

Antecedentes

La semana pasada, el investigador palestino Jacob Hanna, del Instituto Weizmann, publicó un estudio en el repositorio bioRxiv (sin revisión científica) con resultados que muestran que su grupo de investigadores logró obtener embriones humanos sintéticos a partir de células troncales pluripotentes, que se asemejan mucho a los embriones naturales con unos 14 días de desarrollo.

Unas horas antes, la investigadora del Instituto de Tecnología de California y de la Universidad de Cambridge Magdalena Zernicka-Goetz anunció en un congreso que su laboratorio había obtenido modelos de embrión (embrioides), que no es lo mismo que embriones sintéticos.

Zernicka-Goetz y su grupo publicaron este martes también en Nature otro artículo en el que describen otro método para producir en el laboratorio un modelo derivado de células madre que imita aspectos de las primeras fases del desarrollo humano tras la implantación en el útero.

El modelo, que no puede implantarse y no tiene capacidad para desarrollarse hacia estadios fetales, contiene tejidos embrionarios y extraembrionarios (que pueden llegar a producir estructuras que rodean al embrión).

Zernicka-Goetz señaló que "este emocionante" avance permite "manipular genes para comprender sus funciones en el desarrollo en un sistema modelo. Esto nos permitirá comprobar la función de factores específicos, algo difícil de hacer en el embrión natural".

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