Cuando llegan para quedarse
La introducción de especies exóticas a un hábitat puede causar el colapso de todo el ecosistema
El concepto de diversidad biológica, también llamado biodiversidad, se centra en el principio de un conjunto de especies coexistiendo en un lugar y momento dados. De manera general, reconocemos un lugar biodiverso como aquel donde encontramos un gran número de especies (animales, plantas o microorganismos) que a lo largo del tiempo han desarrollado adaptaciones que les permiten soportar las condiciones del lugar donde viven e interactuar con otras especies.
La biodiversidad de un lugar puede aumentar por la llegada de organismos provenientes de otros puntos geográficos. Para esto, los seres vivos han desarrollado diversas estrategias que les facilitan desplazarse de un lugar a otro. ¿Cómo lo hacen? Con ayuda del viento, ríos, corrientes marinas, objetos flotantes, e incluso pueden viajar sobre otros animales. Esto les permite encontrar alimento, conquistar una pareja, tener a sus crías en lugares más favorables o incluso escapar de malas condiciones ambientales.
En algunos casos, los organismos logran llegar a lugares muy lejanos con la ayuda del ser humano, sitios a los cuales no podrían llegar por sus propios medios. Los humanos transportan numerosas especies de un lugar a otro para cubrir alguna necesidad como alimento, materia prima, ornato o como compañía. En otras ocasiones (algo común), los organismos son introducidos a un lugar sin que las personas se percaten de ello, por ejemplo, insectos, invertebrados, roedores o microorganismos como hongos, virus y bacterias.
A partir del siglo XIX se ha visto un incremento continuo de especies introducidas alrededor del mundo, lo cual fue atribuido principalmente a la migración de colonos europeos hacia el resto del mundo, con un aumento más importante después de 1950 por la aceleración del comercio mundial.
Aunque a simple vista pareciera bueno agregar más especies a un lugar con el fin de incrementar la biodiversidad, esto no siempre resulta favorable. Las especies introducidas o también denominadas exóticas comienzan un proceso de readaptación a su nuevo hogar. Una vez que una especie exótica se establece en un nuevo entorno, puede tener efectos devastadores en el ecosistema local, lo que la convierte en este punto en una especie invasora. Estas especies suelen carecer de depredadores naturales y pueden reproducirse rápidamente, desplazando a las especies nativas y compitiendo por los recursos disponibles, como alimento y hábitat. Esto puede llevar a la extinción de especies nativas y al colapso de ecosistemas enteros.
El control de las especies invasoras es un desafío complejo. En algunos casos se implementan programas de erradicación, donde se utiliza la captura y eliminación de individuos invasores para reducir su impacto. Sin embargo, en muchos casos, la erradicación completa es difícil de lograr una vez que una especie invasora se ha establecido y ha proliferado en un área determinada. No es una tarea fácil, y la prevención es clave para evitar la introducción de especies invasoras. Infórmate y ayuda a prevenir una invasión.
Para saber
Crónicas del Antropoceno es un espacio para la reflexión sobre la época humana y sus consecuencias producido por el Museo de Ciencias Ambientales de la Universidad de Guadalajara que incluye una columna y un podcast disponible en todas las plataformas digitales.
Sobre el autor
M. en C. Cristian Moisés Galván Villa es profesor-investigador en el área de Ecología Marina del Departamento de Ecología Aplicada del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Guadalajara.
Contacto: Facebook e Instagram ProDEMI México.