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Tepic, historia sobre textil

Una antigua fábrica de la comunidad de Bellavista, al Norte de la capital nayarita, tiene una fascinante historia por contar

Despertar en Tepic. Hacerlo al ritmo de su aire cálido y el lejano cantar de sus aves. Con los cerros coloreados de un verde intenso en su punto más alto y el penetrante aroma de un café de olla matutino. Cuando estés de pie y decidas que la aventura comience, te recomiendo que camines en dirección a la Ex Fábrica Textil de Bellavista, donde la historia aguarda por tu visita.

Porque sí. Tepic es una ciudad viva, una que recuerda a la perfección sus páginas de gloria, leyendas e historias engastadas en los muros de sus edificios. Una urbe que no se podría entender sin los renglones que se escribieron en esta antigua fábrica textil.

¿Sabías que tiene alma europea? Fue construida en 1814 en la comunidad de Bellavista, cercana a la capital nayarita, concebida como una réplica exacta de una fábrica localizada en Gante, Bélgica. Aquel edificio tenía por nombre “Nerlands”, que en español significa “Bellavista”. En su tiempo de mayor producción, la fábrica llegó a darle empleo hasta a 350 obreros y creó a sus alrededores una suerte de “pequeña ciudad”.

Pero aquí viene la parte oscura en la historia de la fábrica. Esa que nos recuerda que a finales del siglo XIX y principios del siguiente los derechos laborales eran nulos, con empleados temerosos y desmoralizados bajo el yugo de patrones listos para castigar cualquier error y sin intención alguna de conceder ningún beneficio económico.

Las jornadas laborales en la fábrica eran de entre 14 y 16 horas diarias, una situación que llevó al límite a sus empleados, quienes hicieron estallar la  huelga en 1905, reprimida brutalmente por el gobierno porfirista. Fue una de las primeras manifestaciones obreras del siglo XX y fue de paso precursora de los movimientos sociales que desembocarían en la Revolución Mexicana. La fábrica sobreviviría, con profundos cambios laborales, hasta 1990.

Del fuego a la mente

La fábrica perdió su alma industrial a finales del siglo pasado, pero renació con una noble visión cultural. Autoridades culturales de Nayarit convirtieron el recinto en un punto de encuentro, museo y de recorridos históricos.

Hoy la fábrica luce remozada, mucho más bella que en sus tiempos de esplendor. Su fachada luce orgullosa, su reloj rematado con una campana, mientras que a lo lejos se aprecia la chimenea que alguna vez lanzó una bocanada tras otra de humo.

Los recorridos por la fábrica comenzaron el año pasado y va por las calles de la comunidad de Bellavista, el Ex Convento de la Cruz y terminan en la fábrica textil. Nacieron bajo la organización de la propia comunidad, y los recursos obtenidos desde entonces se usan para embellecer la ciudad.

Mucho más por explorar

Además de la Fábrica Textil de Bellavista, Nayarit tiene mucho por presumir a los viajeros que lleguen a recorrerla, en especial si están buscando zambullirse en un ambiente cultural.

Por ejemplo, en el Centro de Tepic se encuentra la Casa Museo Amado Nervo (Zacatecas 284, esquina con Zaragoza), donde nació el afamado poeta en 1870 y se exhibe parte de su obra, manuscritos originales, fotografías y mobiliario de la época.

Otra casa ilustre en Tepic es la Casa Museo Juan Escutia (Hidalgo 71), uno de los Niños Héroes que falleciera combatiendo al invasor norteamericano en el Castillo de Chapultepec. Aquí encontrarás el acta de nacimiento del cadete, uniformes de la época, pinturas y la bandera del legendario Batallón de San Blas, entre otros.

El viaje

Para llegar a Tepic puedes tomar camino a La Venta del Astillero y seguir la carretera federal 15D. En un buen día, se puede durar poco menos de 3 horas en llegar a este destino. No olvides verificar el estado de tu automóvil,  revisar que se encuentre mecánicamente bien.

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