Mocorito, magia sinaloense

Al Norte de Culiacán y antes de llegar a los Mochis, en la serranía de Sinaloa, donde el calor acaricia con fuerza y los sabores de la comida siempre despiertan el apetito. Nuestro camino inicia bajo el cielo más azul que puedas imaginar y al final de un sendero de arboledas, con una vegetación que en temporada de lluvias pinta de verde el infinito horizonte. Es allí donde comienza nuestra aventura de esta semana. Es donde se encuentra Mocorito.

Ciudad de encanto señorial, dueña de una colorida belleza y con la etiqueta de “Pueblo Mágico”, Mocorito es una de las joyas turísticas de Sinaloa que en años recientes se ha ido ganando la atención del turismo mochilero y familiar. Por la calidez de su gente, la belleza de su arquitectura y su enorme gastronomía, es también un punto de referencia para aquellos que persiguen el descanso alejado de las grandes metrópolis y prefieren ponerle pausa a la rutina.

En el Centro de la ciudad es una delicia a los sentidos. Aquí podrás encontrar casonas centenarias (son más de ochenta) con un excelente grado de conservación, así como calles adoquinadas que te invitarán a que las recorras con toda la calma del mundo (las prisas aquí no aplican). Si lo que deseas es conocer un poco del ambiente casual de esta pequeña ciudad, entonces te recomendamos visitar la Plazuela Miguel Hidalgo, en pleno corazón de la urbe. Aquí, los fines de semana por la noche, los pobladores de Mocorito se dan cita para charlar, descansar y disfrutar de un buen café o un delicioso helado…que con el calor que hace durante esta temporada, ¡te resultará delicioso!

Es una delicia recorrer su Centro tan colorido, pero no cabe duda que una atracción infaltable en todo recorrido es su iglesia construida en honor a la Purísima Concepción, que se encuentra hoy donde antes se levantaba una capilla levantada por los primeros españoles que llegaron a la región.

En el interior de la iglesia podrás encontrar hermosos murales y grabados, algunos del siglo XVI y XVII, que representan diversas escenas de la Biblia. Al haber sido construido por manos indígenas, el templo es un perfecto ejemplo del sincretismo religioso que se vivió durante el Virreinato de la Nueva España y que todavía hoy se deja sentir en diversas edificaciones.

Una buena manera de conocer la ciudad (y de paso ir cubierto por una salvadora sombra), es subir al trenecito turístico que está impulsando el municipio. Con el nombre de “Chilorio Express”, recorre los lugares con más historia y significativos de la ciudad, entre ellos la Casa de las diligencias, la Casa del Granito de Oro, Cuartería, la Iglesia de la Purísima Concepción, la Plaza de Armas y el Casino.

Esta nota y este paseo por Mocorito termina de forma diferente a lo usual. Ahora nos vamos cantando. Un fin de semana cualquiera, caminando por sus calles, es probable que a la distancia escuches el sonido de la banda sinaloense, mientras suena la letra de la canción de “Brisas de Mocorito”, compuesta en honor a la ciudad:

Mi Mocorito tan hermoso y soñador,

con gran cariño te dedico ésta canción.

Ahí recuerdo que encontré el primer amor,

cuando en mis brazos me llorabas con fervor.

Por eso nunca yo jamás te olvidaré,

mis sueños dulces a tu amor los brindaré.

Por eso mi alma yo quiero que me recuerdes,

las brisas de Mocorito que jamás yo olvidaré.

Los sabores que te esperan

Las delicias gastronómicas de Sinaloa son famosas en toda la República. Dueños de una gastronomía vasta y generosa en porciones, los habitantes de Mocorito presumen con orgullo su máximo platillo típico: El chilorio.

Dicen que aquí se inventó el chilorio, y aunque eso es motivo de un acalorado debate con otras ciudades, lo que no se puede negar es que la sazón que así se disfruta es única. Otro platillo que vale la pena que pruebes son las palomas empanizadas.

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