La toma de protesta del fiscal anticorrupción: arranque del partido
El Gobierno del Estado tiene etiquetado como parte del presupuesto anual 40 millones de pesos para la operación de todo el sistema anticorrupción
Jalisco guardará en la memoria el 15 de febrero de 2018, día en que el Congreso del Estado tomó protesta al primer fiscal anticorrupción de su historia, Gerardo de la Cruz Tovar. El nombramiento y el arranque de todo el Sistema Estatal ha transcurrido en un camino largo y empedrado. El inicio tuvo pruebas difíciles, entre ellas, su propia gestación jurídica, y la conformación del Comité de Participación Social, por citar algunas. Proceso histórico por la participación de la ciudadanía para acompañar el arranque con tareas específicas, particularmente el Comité de Selección del Nuevo Sistema Estatal Anticorrupción. Finalmente, cerrada la etapa de arranque del sistema, los participantes se han colocado en la línea de salida. Si la labor de servicio público del Fiscal Anticorrupción se concibe para un fin específico, con la toma de protesta apenas se está poniendo al corredor en la línea de salida, o en términos futbolísticos, podemos decir que el árbitro acaba de dar el silbatazo inicial. Sin embargo, hay que poner especial cuidado en las condiciones que se jugará el partido; muchas de las cuales, no dependen del Fiscal, tal es el caso de los recursos que le serán asignados. Hasta el momento se sabe que el Gobierno del Estado tiene etiquetado en el presupuesto de 2018, 40 millones de pesos para la operación de todo el sistema. Alguna parte se destinará a la Fiscalía.
Ahora que el partido ha comenzado, el Fiscal y quienes integrarán su equipo tienen un partido que salir a ganar. El cuadro del rival, parece desdibujado, solo está claro que juega bajo el nombre de “corrupción”. Será labor del fiscal develar el nombre de cada jugador. Cuando tenga que rendir cuentas, no podrá decir, como ciertos equipos lo hacen que perdieron porque las condiciones no eran favorables. Si bien es cierto que estamos a buen tiempo de que se le dote a la Fiscalía de las mejores herramientas, también lo es que la sociedad no admitirá excusas para que pueda llevar a cabo su labor y cumplir efectivamente con las labores para las cuales ha aceptado el cargo.
La propia sociedad civil que lo acompañó hasta llegar aquí, tendrá que asumir el compromiso de seguir a su lado durante su gestión, no en un sentido de escrutinio poco propositivo, sino en el mejor de los sentidos: apoyar en la gestión de lo público. Ese es el verdadero sentido de la democracia. Si el Fiscal logra cumplir con su cometido, gana él y ganamos todos. No se espera de un Fiscal en un Estado que acabe con todos los problemas de la corrupción que afronta la sociedad y que alcanza en ocasiones matices culturales, lo que sí se espera es que salga a jugar dejando todo en la cancha, optimizando los recursos con los que cuente, o como dicen los directores técnicos: mostrar un juego ofensivo, sería inadmisible atrincherarse en la defensa; bien dicen por ahí, que la mejor defensa es el ataque.
YR