El paraíso de Jalisco

Lo soñamos todo el tiempo: escapar de la oficina, del reflejo de los monitores y la eterna rutina. Tomarnos un descanso de la ciudad, del tráfico infernal, de las filas para esto y para lo otro. De la tensión del trabajo y de los interminables sinsentidos de las redes sociales y los chats de WhatsApp. De mirar al cielo sin mayor preocupación que la de apaciguar nuestra mente. De tocar con las plantas de los pies un poco de ese paraíso terrenal que se encuentra en la bahía de Chamela.

La costa de nuestro Estado posee escenarios que parecen calcados de un paraíso. Cincelados con imaginación divina, dueños de un suave oleaje y rodeados de la naturaleza más exuberante. Yendo al Sur de Puerto Vallarta, donde las grandes cadenas hoteleras todavía no se asoman, aún es posible encontrar parajes vírgenes. Aquí, en este rincón sembrado de paz y brisa marina, se encuentra Chamela, perteneciente a la Costalegre jalisciense.

Pero, ¿qué hace tan especial a Chamela? Podemos comenzar por lo que se percibe a simple vista. Es la única bahía en todo el país que tiene 11 islas en su interior (sin contar islotes). Con sus 13 kilómetros de ensenada, es un punto de encuentro perfecto para aquellos que vienen ya sea de Puerto Vallarta o desde Barra de Navidad.

Es posible encontrar excelentes hoteles en la zona, pero también se puede disfrutar de sus románticos albergues o de una merienda en sus palapas. Los sabores de la comida del mar combinan frescura e intensidad. La vista que se puede gozar mientras los consumes, bueno, esa sí no la podrás encontrar en ningún otro lugar.

De acuerdo a playasmexico.com, las islas y playas que no debes pasar de largo en tu aventura por Chamela son Colorada, La Novilla, Cocina, San Pedro, Esfinge, San Andrés, San Agustín, Felicillas, San Mateo y Fortuna. En general, encontrarás que su oleaje es intenso, aunque no riesgoso siempre que tomes las debidas precauciones.

Rumbo a Tenacatita

Tomando camino al Sur de Chamela, pasando Costa Careyes y Emiliano Zapata, llegamos a Tenacatita. Luego de ver Chamela, podríamos pensar que Jalisco tenía un paraíso, pero tras ver Tenacatita te llevarás una sorpresa: Tenemos dos paraísos pegaditos.

Tenacatita (en la acuarela) también es una bahía, y como tal, la mejor manera de conocerla es a bordo de una lancha para recorrerla. El traslado puede durar hasta tres horas, pero se van volando ante la sublime belleza que se despliega ante tus ojos.

Al llegar a la parte central de la bahía, notarás que el recorrido “quiebra” abruptamente en dirección al Sur. En ese trayecto pasarás por paraje conocido como Boca de los Gorriones, donde una laguna desemboca en el mar por medio de un canal natural. La combinación de dulce y salado le da un aspecto transparente y hermoso a las aguas.

Es imposible no sentirse sobrecogido ante la riqueza natural de la zona. En el cielo, los pelícanos dibujan sinuosas líneas blancas mientras vuelan. Abajo los peces y cangrejos juegan en el agua. En algunas zonas de la bahía, incluso, es posible encontrar cocodrilos.

Tenacatita, en el municipio de La Huerta, por décadas ha sido uno de los sitios de playa preferidos de jóvenes y aventureros que deciden emprender el viaje sin mayor equipaje que un poco de ropa, comida sencilla e incluso una casa de campaña. ¿Se te antoja conocer?

Imagina la escena: Un mar coloreado con una infinidad de tonos azules. El murmullo de las olas acompañando tus pasos y tus pies en contacto con la arena más fina. Aire puro y sabores intensos. La aventura está aquí, ante ti. Escapa de la oficina, de la rutina y el estrés… Cumple los sueños que anidan en tu corazón.

Buen camino

Desde Guadalajara toma la autopista a Manzanillo y a la altura de La Resolana toma rumbo a Villa Purificación. Desde allí sigue el camino para llegar a Pérula y luego a Chamela. Recuerda, antes de partir a carretera, verifica las condiciones de tu automóvil y no olvides llevar tu suplemento “Pasaporte”.

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