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¿Cómo ahorrar gas en casa?

Sigue estos tips para que logres optimizar el uso del gas en tu hogar 

Estar en casa implica un mayor gasto en la energía que consumimos, por lo que resulta útil aplicar varios métodos de ahorro. En particular, para el gas casero hay varias estrategias que reducirán el uso, en diferentes lugares del hogar.

Un requerimiento constante de gas sucede por el baño diario. Para muchos, una ducha matutina o nocturna exige encender el boiler para no bañarnos con el agua helada. Este frecuente uso genera una cuota de gas cotidiana, que a la larga representa un gasto mayor. 

Una manera de darle la vuelta a esta necesidad es la instalación de una ducha eléctrica. Estas variedades de accesorios del baño se comercializan en casi los mismos lugares donde encontramos cualquier regadera, y su precio no es tan diferente al promedio.  Después de comprarla es necesaria una instalación profesional, ya que se requiere de un total control para no dejar espacio a accidentes. Los cables deben colocarse lo más alto posible, lejanos al posible contacto con el agua. 

Ojo: la ducha eléctrica representa un ahorro considerable del gas del hogar, aunque en verano puede significar una molestia, ya que el agua ya está un tanto cálida de origen. Para ello, las duchas eléctricas tienen un “apagador”, por lo que el funcionamiento se detiene. Es importante desactivar su encendido automático antes de abrir la regadera (algo que los usuarios primerizos olvidan), ya que apagarla después con las manos mojadas puede ser peligroso.

En la cocina una opción son los hervidores de agua. Su fuente de energía es la luz eléctrica, por lo que al conectarlo y ponerlo en acción evitaremos utilizar más el gas (uso que no se suprime por completo). Un uso muy frecuente de quienes tienen este tipo de hervidores es para platillos como el clásico arroz, ya que en lugar de calentarlo en la estufa (algo que demora muchos minutos, por lo tanto se usa más gas) en el hervidor eléctrico precalentamos el agua casi hasta su punto de ebullición, para luego mezclarla con el arroz y comenzar la cocción. Otro uso es para cualquier tipo de caldos o sopas: preparamos todos los ingredientes y colocamos en la olla, que solo encenderemos cuando coloquemos el agua ya caliente (agilizando por muchos minutos el proceso).

Las dos opciones previas son la manera más fácil de implementar un ahorro de gas en la casa, aunque se utiliza la electricidad (energía más barata, de cualquier forma). Otra opción que implica una inversión mayor, pero que elimina la necesidad de luz, es el calentador solar. Esta variante anula el gasto total, salvo el único que se hace al comprar el calentador (y su mantenimiento). En la terraza o la azotea, su instalación requiere también de profesional para conectar el calentador (que traduce la energía solar en energía eléctrica para calentar el agua, en este caso).

Los calentadores solares son cada vez más comunes. Además de los hogares de la gente que desea implementar su uso, las nuevas construcciones ya contemplan el espacio y su instalación para disminuir o incluso eliminar el uso de gas. Esto va de la mano con otras estrategias para aprovechar la energía solar, como son los paneles solares que recogen los rayos del Sol para convertirlos en electricidad (y no solo reducir el consumo de gas, pues así se reduce el requerimiento de electricidad en el hogar).

JL

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