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¡Comienzan las apuestas!

El Pueblo Mágico de Arteaga, en Coahuila, alberga un objeto único en el mundo: la Chuza, cuya historia está llena de frases como “Te apuesto un becerro”, “Te apuesto la cosecha”, “Te apuesto al caballo”…

A 20 minutos de Saltillo, Coahuila, en el municipio de Arteaga, se localiza el Museo Cultural Casa Carranza hogar del famoso juego de azar conocido como la Chuza, el cual tuvo sus raíces a finales del Siglo XIX y fue muy popular en las fiestas del pueblo durante la época del Porfiriato. Hoy en día, esta mesa de juegos  forma parte de dicho recinto cultural, y es uno de los principales atractivos turísticos de este Pueblo Mágico.

“Su dueño original fue Don Antonio Márquez Udave, cuya familia donó la pieza en 2007 a su actual morada”, narra su guardián, el arquitecto Mario Alberto Monjaraz, cronista de Arteaga y encargado del Archivo Municipal.

Y… ¿Cómo se juega la Chuza? De trato amable y amplio deseo por compartir su conocimiento, Monjaraz narra que este juego es una especie de ruleta tipo casino que iniciaba con el pago de 50 centavos, los cuales eran depositados en una ranura ubicada en un extremo del juego. Con ese dinero se compraba el derecho a jugar.

“Al jugador se le entregaban 12 bolas, eran ocho nueces de castilla y cuatro de nuez criolla; actualmente estas piezas son de madera. La mesa tiene un declive cóncavo con un foso circular en el centro, a cuyos extremos hay receptáculos llamados ‘pata de cabra’, especie de cucharitas de metal donde deben encajar las nueces o bolas”, explica.

A lo que agrega: “El juego se trata de pares y nones. El jugador arrojará las bolas a la mesa en espera de que algunas de ellas se queden atrapadas en los receptáculos de metal o patas de cabra. Quien paga los 50 centavos es quien tira y le corresponden los pares. En ese momento hace la apuesta retando a los presentes. Quien acepte el reto va por nones. Si al arrojar las bolas se logran atorar en los receptáculos una cantidad par, gana el jugador y recibe su parte de manos de retador. Pero si cae un número non, pierde el jugador y debe pagar la apuesta. Existía la posibilidad de que ninguna bola se quedara retenida en alguna de las 18 patas de cabra, y todas fueran a dar al foso. En cuyo caso, el encargado del juego gritaba ‘Chuza’, lo cual significaba que ganaba la casa”.

Cabe señalar que la apuesta podía ser variable. La gente solía jugarse desde un caballo, una res, las herramientas de trabajo, parte de la cosecha y hasta una casa.

Más allá de la Chuza

Con edificaciones de estilo europeo, las calles de Arteaga además de albergar al Museo Cultural Casa Carranza y su Chuza, también resguardan el Museo de las Momias de San Antonio de las Alazanas, en cuyo espacio se encuentran los cinco cuerpos momificados de la familia Nuncio, los cuales fueron exhumados del panteón local. En sus otras salas se muestran los valores de cada exhibición, se abordan temas de medio ambiente, historia y vida cotidiana del pasado de la región.

Así mismo, la Alameda Venustiano Carranza ofrece hermosas atracciones a cada paso; sus bancas y jardines reciben a los visitantes del Pueblo Mágico, que se sientan a disfrutar el agradable clima.

Los domingos cambia el paisaje, pues sus andadores se llenan de puestos de artesanías, ropa, juguetes y antojitos mexicanos.

Cabe señalar que la Presidencia Municipal, construida en 1577, alberga un mural que retrata al héroe de la Revolución Mexicana, Venustiano Carranza, en posición de lucha.

Si decides ir en estas vacaciones invernales, es importante saber que el clima en Arteaga es templado, aunque cuando es invierno hace frío y cae nieve. De hecho, es tan frío en diciembre y enero, que las temperaturas llegan a estar por debajo de los cero grados.

¿Cómo es la Chuza?

La Chuza es prácticamente un mueble redondo que mide 1.95 metros de diámetro, tiene una altura de 85 centímetros y está fabricada en madera de encino. En su interior hay 18 patas de cabra de metal y en el centro hay un foso de lámina. Actualmente se juega con 12 bolas, ocho grandes y cuatro pequeñas, fabricadas de madera Tzalam. Originalmente se usaban ocho nueces de castilla y cuatro nueces criollas. Además, cuenta con una ranura para depositar el derecho a juego, y por debajo de la mesa hay una caja donde se guardan las ganancias.

EL INFORMADOR / A. Rodríguez

Museo de las Momias de San Antonio de las Alazanas. En este espacio cultural se encuentran los cinco cuerpos momificados de la familia Nuncio, miembros honorarios de la comunidad.

¿Cómo llegar al Museo de las Momias?

Dirección: Othón Figueroa s/n, San Antonio de Las Alanzas, Arteaga, Coahuila.

Horario: Martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas.

Teléfono: (01844) 483 9572.

EL INFORMADOR / A. Rodríguez

Museo Cultural Casa Carranza. En este inmueble el Ejército Constitucionalista redactó su primer manifiesto; actualmente, es la sede del Archivo Municipal y exhibe fotografías históricas y de personajes sobresalientes.

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