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Arizona, exótico encanto

Nuestro vecino del Norte ofrece a los viajeros una experiencia que ayuda a redefinir el significado de la palabra “desierto” 

Silencio. Es hora de comenzar un viaje que nos lleve lejos de las grandes ciudades, el tráfico infernal y la eterna rutina de la oficina. Sin mayor compañía que la mente y el corazón. Llega a ese destino donde te esperan todos los colores que puedan percibir tus ojos y el horizonte más espléndido que conciba tu alma. Llega a un paraíso. Aterriza en Arizona.

El desierto, inmutable y eterno en apariencia, es un maestro en ocultar sus tesoros. Arizona nos sorprende desde el principio, al mostrarnos que donde en apariencia solamente nos observan rocas y dunas, se encuentran seres vivos que adaptados a condiciones extremas. Donde pensamos que no podría crecer vegetal alguno, se levantan cactus, biznagas y árboles capaces de devorar al Sol más incandescente.

Paisajes estimulantes y majestuosos, Arizona es una buena opción para aquel aventurero que anhela el contacto con la naturaleza. La mejor época para descubrir este destino es en otoño y primavera, cuando las temperaturas son un poco más benignas. Eso sí, la recomendación siempre es viajar con ropa cómoda, fresca por un lado y abrigadora por otra, pues en este rincón de la Unión Americana los cambios de clima pueden ser bruscos incluso en un mismo día.

Uno de los rincones preferidos para comenzar las andanzas es el Grand Canyon National Park, que ofrece espectaculares vistas del Gran Cañón, con senderos bien marcados para que el aventurero obtenga las mejores postales con su cámara. Los atardeceres son sublimes, con una cascada de colores que bañan las montañas y descienden hasta los profundos valles.

La fotografía más usual que tenemos de Arizona son sus enormes montañas de piedras coloradas trazando el horizonte, pero hay mucho más por ver y son millones los detalles que la componen. Ejemplo de ello son sus bosques de pino, muchas veces cerca de pequeños lagos o corrientes de agua ocultos a simple vista pero que están allí, bañando de vida y sonido rincones del cañón.

Otros puntos de interés

Arizona es un destino que pedirá tiempo para que lo descubras en su totalidad. Otro rincón imperdible se encuentra en Sedona, donde se localiza el Red Rock State Park, uno de los mejores lugares de la Tierra para a observación de estrellas y practicar el senderismo bajo la luz de la Luna.

Hablando de rincones asombrosos, el Petrified Forest National Park es un impresionante parque lleno de madera petrificada y fósiles, que nos ofrece un curioso y silente retrato del aspecto que tenía el planeta hace millones de años. Aún hoy lo habitan 400 tipos de plantas, ofreciendo un “mix” entre el pasado y el presente sumamente peculiar.

Quizás una de las cosas que se aprenden al caminar por los caminas de Arizona es que el desierto puede tomar mil formas. ¿Ejemplo? El Monument Valley Navajo Tribal Park. Sus formaciones de arenisca, entre mesetas y colinas de cima plana, se pueden levantar hasta 300 metros del suelo y a lo largo del año han tomado formas caprichosas y espectaculares.

Cuando el viaje termine, sentirás que es imposible decirle “adiós” a Arizona. Anhelarás, en los momentos en que estés de regreso en el tráfico o en la oficina los colores y horizontes que viste. Tu alma será un poquito más grande y será mucho más sabio. Pensarás en la vuelta a este rincón de maravillas, de vida y de silencio.

BUEN SABOR

Tucson es una ciudad célebre por la riqueza de su gastronomía, salpicada, como no, por la influencia de la cocina mexicana. Explora sus sabores callejeros, con la carne de res y las salsas picantes como grandes protagonistas. 

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