México

¿Cuál es el origen del Miércoles de Ceniza con el que inicia la Cuaresma?

Con el Miércoles de Ceniza arranca la Cuaresma, un tiempo de ayuno, oración y el retorno al apego a la religión

Este 22 de febrero es Miércoles de Ceniza, una celebración católica con la que arranca la Cuaresma, el tiempo para que los fieles del mundo se preparen espiritualmente para vivir los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo durante la Semana Santa y la celebración de la Pascua.

El Miércoles de Ceniza surge debido a la celebración pública de la penitencia, que constituye el camino que hacen los fieles para ser absueltos de sus pecados la mañana del Jueves Santo, jornada en que se conmemora la Institución de la Eucaristía.

En la antigüedad los judíos solían cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio. Sin embargo, durante los primeros tiempos en que se constituyó la Iglesia, las personas asistían el Jueves Santo a recibir el sacramento con una cruz de ceniza y con un "hábito penitencial", lo cual plasmaba la intención de la conversión.

Sitios religiosos como catholic.net y famigliacristiana.it recuerdan que momentos bíblicos que forman parte de esta fiesta forman parte del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento: "Polvo eres y al polvo volverás" (Gn 3:19) y "Arrepiéntete y cree en el Evangelio" (Mr 1:15), esta última formando parte de la imposición de la ceniza tras la reforma litúrgica seguida por el Concilio Vaticano II.

Este cambio responde a que estas palabras responden más al aspecto de la Cuaresma, que son el ayuno, la oración y el retorno al apego a la religión.

¿Por qué ceniza?

Las palabras antes mencionadas del libro de Génesis no son las únicas que se refieren a las cenizas, pues Abraham, en su intercesión por Sodoma, según la historia bíblica, aseguró: "Reconozco que he sido muy atrevido al dirigirme a mi Señor, yo, que apenas soy polvo y ceniza".

Otras escrituras se refieren al ser humano como polvo en un sentido precario y efímero, al lado de la grandeza de la figura divina.

De acuerdo con famigliacristiana.it, la teología bíblica también reconoce a la ceniza como un signo externo de quien se arrepiente de sus pecados y decide hacer un viaje de regreso al camino de la religión.

OA

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