Razones para celebrar el 14 de febrero
Te damos cuatro buenas razones por las que deberías dejar de tomarle importancia a lo que digan y celebrar el Día de San Valentín
¿Has tenido la impresión de que ser "hater" está de moda? Probablemente por eso vives con la identidad secreta de una romántico sin remedio y, con el Día de San Valentín a la vuelta, sientes que tienes que reprimir tu emoción.
"Si bien, muchas voces se concentran en decir que es puro consumismo y presión social, tal vez para ti es una fecha para dejar correr la cursilería y celebrar con tus amistades. Si es así, no tienes nada de qué avergonzarte", comentó Rocío Cardosa, Project Manager de AdoptaUnChico.
Con esto en mente, te damos cuatro buenas razones por las que deberías dejar de tomarle importancia a lo que digan y celebrar si quieres o no el 14 de febrero.
Demuestras que no sigues modas
Llega el punto en que ir en contra de lo mainstream es demasiado mainstream. No prestarle atención a la tendencia de odiar algo sin motivo, y decidir seguir la tradición, revela que tomas tus propias decisiones y celebras porque así lo deseas.
Entiendes la razón de las fechas especiales
Sí, la idea de que el amor se celebra a diario y no sólo el 14 de febrero es muy cierta. Eso no significa que en tu rutina diaria no puedas apartar un día en específico con tu pareja o amigos para festejar y agradecer que el cariño está siempre presente en sus vidas.
Porque no sólo es para las parejas
En Latinoamérica, el Día de San Valentín también se conoce el Día del Amor y la Amistad, así que si estás soltero no tienes que esconderte en el rincón más oscuro de tu casa, ni entrar en modo Forever Alone. Ese día, es el pretexto perfecto para reunirte con tus amigos, así que no es de oso estar feliz porque es una ocasión especial.
Porque no le temes a tu lado romántico
Si no te causa conflicto ser como eres, ¿por qué deberías preocuparte por lo que opinen si muestras tu lado suavecito y tierno? Dejarse ver vulnerable y sentimental es un gran miedo para muchos, por lo que suelen tener la pose de rudos y fríos. Cuando no tienes nada que probar, puedes dejarte llevar por el amor que está en el aire.
JB.