Prohíben uso y venta de vapeadores
Sigue la ratificación en congresos estatales para promulgar las modificaciones constitucionales que restringen estos dispositivos
Con una amplia mayoría de 110 votos a favor y sólo cinco en contra, el Senado de la República aprobó ayer una reforma constitucional que prohíbe el uso, venta y distribución de vapeadores y cigarros electrónicos. Esta medida, incluida en las modificaciones a los Artículos 4 y 5 de la Constitución, también restringe la producción y comercialización de drogas sintéticas como el fentanilo, precursores químicos y otras sustancias tóxicas no autorizadas.
La iniciativa, parte de un paquete de reformas impulsado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador en 2024, ha generado un intenso debate sobre sus implicaciones para la salud pública y la regulación del mercado de estos dispositivos.
Fabiola Macías, académica de la Universidad de Guadalajara y experta en psicología preventiva, destacó que los vapeadores han ganado popularidad entre adolescentes debido a sus sabores y presentaciones atractivas. Sin embargo, advirtió que su consumo representa un riesgo significativo debido a la falta de regulación y la presencia de sustancias peligrosas como acetato de vitamina E y aceites dañinos para los sistemas respiratorio y cardiovascular.
“Los jóvenes no son conscientes de los daños que provocan estos productos porque no hay información clara sobre su contenido”, subrayó Macías. Aunque celebró la prohibición, también enfatizó la necesidad de complementar esta medida con campañas educativas que concienticen sobre los riesgos a la salud asociados al consumo de estos productos.
Por su parte, el neumólogo Gustavo Rosales, también de la UdeG, coincidió en la gravedad de las afectaciones que los cigarros electrónicos causan a la salud, comparables a las del tabaco convencional. Señaló que el uso prolongado puede derivar en enfermedades como asma, sinusitis e incluso fallas respiratorias agudas.
“La falta de regulación ha permitido que productos con etiquetas engañosas lleguen al mercado. Esta reforma es un paso importante, pero también debemos reconocer que puede fomentar un mercado negro, lo que requiere atención de las autoridades”, advirtió Rosales.
Tras la aprobación en el Senado, la reforma debe ser ratificada por al menos 17 Congresos locales para ser promulgada oficialmente. En este sentido, la Ciudad de México ya dio el primer paso al avalar las modificaciones constitucionales. Durante la sesión, se destacó la participación de legisladores que hicieron un llamado simbólico al desechar estos dispositivos.
A pesar del respaldo mayoritario, la iniciativa no ha estado exenta de críticas. Algunos legisladores, principalmente del PAN, cuestionaron que la medida responde más a presiones internacionales, en particular de Estados Unidos por el combate al fentanilo, que a un interés genuino de educar sobre el uso de cigarrillos electrónicos.
Mientras tanto, los expertos insisten en la importancia de fortalecer las estrategias de prevención y educación para garantizar que las nuevas generaciones comprendan los riesgos asociados al consumo de tabaco y dispositivos relacionados.
Las sanciones por usar o fabricar los vapeadores se conocerán en las próximas leyes secundarias en México, que deben estar en 180 días.
Puntos a favor de la reforma
- Las sustancias o ingredientes de los vapeadores no corresponden a las etiquetas de información de los productos.
- Su uso es extendido en adolescentes.
- No son una terapia para dejar de fumar.
- Son igual o más dañinos que el cigarro convencional.
- La OMS emitió alertas de salud por el cigarro electrónico, pero en las leyes mexicanas no eran considerados riesgosos hasta hace dos años.
En contra del dictamen
- Es una reforma prohibitiva que no incentiva la educación y la regulación.
- Fomenta el mercado negro y el contrabando.
- No asegura que su uso disminuya en adolescentes.
- Atenta contra el derecho a la personalidad.
- No busca concientizar sobre el daño a la salud.