Obesidad en donadores complica que haya más trasplantes de riñón
La vida sedentaria y la mala alimentación provoca que muchas personas no sean aptas como donadores
Los altos índices de obesidad que hay en el país, derivados de una mala alimentación y un estilo de vida sedentario, provocan que muchas personas que desean donar su riñón para realizar un trasplante no sean aptos para ello, lo que ha creado problemas para aumentar el número de procedimientos realizados en el país.
Ignacio Guerra Gallo, jefe de Innovación de la Coordinación de Donación de Trasplantes de Órganos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señaló que la obesidad está ligada con la diabetes, por lo que muchos donantes son prediabéticos o hipertensos, lo que evita que sean aptos para trasplantar.
“La misma causa que lleva a la insuficiencia renal, que es la obesidad, diabetes e hipertensión nos genera que cada vez más donantes vivos sean rechazados”, comentó.
Por esta razón, el IMSS busca crecer el número de trasplantes provenientes de un donante fallecido, de los cuales se obtuvo el 27% de los riñones donados el año pasado, a comparación con el 14% que se tenía hace una década.
En el marco del Día Mundial del Riñón, el médico informó que en 2018 se llevaron a cabo mil 562 procedimientos en todo el país.
NM