Mexicano veterano de guerra deportado hace 14 años podrá regresar a EU
Había sido deportado luego de disparar un ara de fuego en 2004
Un inmigrante mexicano, veterano de guerra de Estados Unidos que fue deportado a México hace 14 años, podrá regresar a este país y se le permitirá obtener la ciudadanía, informaron hoy aquí autoridades estadunidenses.
Sus padres Natividad Barajas y Margarita, que radican en la ciudad de Compton, California, esperan la llegada de Héctor Barajas, quien la víspera recibió la noticia en Tijuana donde había estado viviendo y allí se convirtió en la cara y voz de los veteranos deportados.
El veterano recibió el perdón del gobernador de California, JerryBrown Jr, por haber disparado un arma de fuego en el pasado, delito por el que fue deportado a Mexico en 2004 sin que se tomara en cuenta que sirvió a las fuerzas militares estadunidenses durante siete años.
Tras su deportación, Héctor Barajas reingresó a Estados Unidos y volvió a ser expulsado en 2010, por lo que en 2013 fundó en Tijuana una organización de apoyo a veteranos deportados.
El mexicano estalló en lágrimas de júbilo sentado en un sofá la tarde del jueves frente a una gran bandera de Estados Unidos mientras leía un documento informándole que juraría como ciudadano el 13 de abril en San Diego.
"¡Voy a volver a casa, mamá!" agregó Barajas, padre de Liliana, una niña de 13 años que radica en un suburbio de Los Angeles y a quien por fin podrá ver.
Nathan Fletcher, un candidato a supervisor del condado que ha defendido la causa de los veteranos deportados, se sentó junto a Barajas en el sofá y con su mano frotó el hombro del veterano en señal de felicitación.
Norma Chávez-Peterson, directora ejecutiva de la Unión Estadunidense de Libertades Civiles (ACLU) en San Diego, se sentó al otro lado de Barajas y dijo que un abogado de la organización ya había arreglado todo para que volviera a casa.
Barajas fue reconocido honorablemente por el Ejército en 2001, pero tuvo problemas para readaptarse a la vida civil. Tomó un acuerdo de culpabilidad tras ser acusado de disparar a un automóvil ocupado en 2002.
Debido a esa condena, el gobierno le quitó su tarjeta de residente legal y fue deportado en 2004 después de que terminó una sentencia de prisión.
"Tomé malas decisiones", declaró al Union-Tribune el año pasado sobre ese momento de su vida. "Me puse en esa situación (...) no me pondría en esa situación otra vez".
Barajas fundó la Casa de Apoyo a Veteranos Deportados, conocida por muchos como "el Búnker", y a través de ella impulsó cambios legislativos para ayudar a los veteranos militares que no tenían la ciudadanía estadunidense a evitar la deportación y a regresar a quienes ya habían sido expulsados.
Nació en México, pero se crió en Los Ángeles desde los 7 años. Debido a que tenía una tarjeta verde, pudo servir en el Ejército y fue parte de la 82 División Aerotransportada desde 1995 hasta 2001. En ese momento, pensó que se convertiría automáticamente en ciudadano, pero no fue el caso.
Los miembros de las fuerzas armadas pueden solicitar la ciudadanía sin período de espera, pero tienen que completar la documentación y pasar las pruebas.
Los no ciudadanos que prestan servicio militar siguen corriendo el riesgo de ser deportados si cometen delitos que pueden hacer que Estados Unidos revoque sus tarjetas de residencia.
Los defensores han argumentado que condiciones como el trastorno de estrés postraumático y otros desafíos que enfrentan los veteranos cuando dejan el ejército pueden aumentar la probabilidad de que cometan dichos delitos.
Estiman que se debe esperar a que los veteranos cumplan las condenas que les otorguen las cortes penales, pero que la deportación es ir demasiado lejos.
La ACLU ha documentado al menos 239 casos de veteranos deportados que viven en 34 países.
Los críticos del movimiento de veteranos deportados dicen que una tarjeta verde es un contrato y cualquier violación debería resultar en la deportación, independientemente del servicio militar.
En abril de 2017, el gobernador Brown indultó a Barajas, junto con otros dos veteranos deportados, diciendo que "ha demostrado que desde su liberación de la custodia, ha vivido una vida honesta y recta, ha demostrado buen carácter moral y se ha comportado como los marca la ley".
Barajas esperaba que eventualmente le permitieran regresar a Estados Unidos, pero sabía que no era garantía. Solicitó la ciudadanía antes de recibir el perdón.
Marco Chavez Medina, un marine deportado a quien Brown también indultó, cruzó de regreso a Estados Unidos en diciembre después de que se reinstaló su tarjeta verde. Barajas y varios otros veteranos deportados lo escoltaron al puerto de entrada de San Ysidro.
Finalmente, después de años de luchar por los derechos de los veteranos deportados para regresar a Estados Unidos, Héctor podrá volver como ciudadano estadunidense, dijo Jennie Pasquarella, directora de derechos de inmigrantes de la ACLU de California y una de las abogadas de Barajas.
"Héctor, como un verdadero soldado, ha luchado día tras día desde su deportación en nombre de los veteranos deportados en todo el mundo. Nunca perdió la esperanza de que algún día regresaría a su hogar y se reuniría con su familia", agregó.
JA