López Obrador niega que su esposa estuviera detrás de carta por la Conquista
El Presidente señala que se le ha estado cuestionando sobre el asunto, por lo que dice que toda la responsabilidad de la misiva es suya
El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó este viernes que su esposa y titular de la Coordinación Nacional de Memoria y Cultura de México, Beatriz Gutiérrez Müller, no estuvo detrás de la carta al rey de España y al Papa Francisco exigiendo disculpas por la Conquista.
"Beatriz es una mujer con criterio, y desde luego que nos comunicamos y platicamos, pero pues la responsabilidad es del Presidente, (...) han estado haciendo estos cuestionamientos", dijo el también líder del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) desde Palacio Nacional.
En la conferencia de prensa matutina, que estuvo marcada por un apagón de luz y fallos en la transmisión, bromeó que no era un "mandilón", un hombre sumiso con su pareja.
Reiteró que la carta que se filtró hace unos días a la prensa es un "borrador mutilado" pues no está firmada y solo tiene dos de las cuatro páginas que se enviaron al rey Felipe VI y al Papa Francisco.
"Y lo mejor (del texto) está en (las páginas) dos y tres", bromeó.
López Obrador informó el lunes pasado que pidió por carta a Felipe VI y al papa Francisco que se disculpen por los abusos cometidos por los españoles y la Iglesia Católica durante la conquista del actual México.
En respuesta, el gobierno de España lamentó profundamente que se hiciera pública la carta y rechazó "con toda firmeza" el contenido.
Al día siguiente, Gutiérrez Müller tuvo que negar tajantemente que "los españoles son odiados en México".
"Es falso que yo haya hecho una afirmación semejante", expresó Gutiérrez Müller en su cuenta de Twitter al responder a una usuaria que le recriminó estas palabras supuestamente filtradas a medios locales.
Este viernes, López Obrador insistió en que el debate generado es positivo y da muestras de que la conquista española, hace 500 años, es todavía objeto de disputa.
"Hay una corriente submarina, muy racista, y salió", apuntó.
Finalmente, atribuyó la filtración del borrador de la carta a personas que todavía trabajan para el gobierno pero forman parte de administraciones anteriores y de pensamiento "conservador o neoliberal", y con vinculación con la prensa.
"Sigue habiendo espionaje, pero no gubernamental", concluyó.
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