Las críticas a AMLO por hacer de su encuentro con Trump su primer viaje al extranjero
El presidente de México viajará el 8 y 9 de julio a Washington para reunirse con el presidente de EU en una visita oficial
Pasaron 19 meses para que el presidente de México anunciara su primer viaje de trabajo al extranjero. Pero el destino y momento que eligió son objeto de múltiples críticas.
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) realizará una visita oficial de trabajo a Washington DC el 8 y 9 de julio, donde sostendrá una reunión con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca.
AMLO ha sostenido desde la semana pasada que su intención es ratificar la entrada en vigor del nuevo Tratado México-Estados Unidos-Canadá de libre comercio, el T-MEC, que entró en vigor este 1 de julio.
Y espera que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, también asista, pero hasta este miércoles no había ninguna confirmación pública desde Ottawa.
Sin embargo, las opiniones de diplomáticos y analistas en México, y algunos líderes de la comunidad mexicana en EE.UU., han sido negativas por la connotación política que rodea al encuentro.
Y es que para muchos, Trump mira como un cálculo electoral el mostrarse junto al presidente de México, país al que ha atacado ferozmente desde que lanzó su candidatura presidencial en 2016.
De cara a las próximas elecciones presidenciales de EE.UU. en noviembre, analistas consideran que el mandatario intenta sacar partido con sus electores y con la comunidad latina votante, de unos 15 millones.
¿Trump ha cambiado hacia México?
El anuncio de la visita a EE.UU. fue sorpresivo, pues AMLO dejó claro desde el principio de su gobierno que él no sería un protagonista de la política exterior: "Vamos primero a atender nuestra casa y así vamos a tener prestigio en el extranjero", señaló antes de asumir el poder.
Ahora dijo que su intención es celebrar la entrada en vigor del T-MEC y reforzar la relación económica con Estados Unidos, país que es el principal socio económico de México y con el que comparte 3,100 km de frontera.
"No soy igual que otros, yo voy a representar a México en un asunto que considero fundamental para el desarrollo de la economía y voy también a agradecer el que el gobierno de Estados Unidos tenga un trato respetuoso a nosotros", dijo el lunes.
Pero ese trato respetuoso de Trump hacia los mexicanos es lo que ponen muchos en duda.
Trump inició su campaña presidencial de 2016 con la promesa de construir un muro fronterizo con México, para evitar la llegada de indocumentados. Y lanzó un ataque sobre los mexicanos: "Nos mandan gente con un montón de problemas, que nos traen drogas, crimen, violadores".
E insiste en que el muro lo debe pagar México.
Pese a todo, la relación entre los mandatarios es muy cordial tras haber alcanzado acuerdos económicos y migratorios.
El presidente estadounidense se ha referido al mexicano como un "socialista" con el que tiene buena relación. "Realmente es un gran tipo", dijo Trump la semana pasada.
A criterio de AMLO, Trump ha cambiado su discurso hacia México por uno "más respetuoso".
Pero para el internacionalista José Antonio Crespo, más que amistad entre los líderes hay una "sumisión" de parte del mexicano.
"Donald Trump es visto por la mayoría de mexicanos como enemigo de la nación; insulta, desprecia, amenaza a los mexicanos en general y a los que viven allá. Los ha llamado delincuentes e incluso animales. Pero no es el caso de López Obrador, quien ve en él alguien respetuoso, que incluso le da un trato de amigo", dijo en el diario El Universal.
Advertencias de diplomáticos
Destacados diplomáticos mexicanos también han señalado que no hay razones para el viaje de AMLO a Washington bajo el clima político actual en ese país.
La excanciller Claudia Ruiz Massieu consideró como algo normal el que haya reuniones bilaterales entre países vecinos, con una relación histórica y económica tan particular. Pero criticó el momento de la cumbre.
"No se sabe nunca cómo el presidente de Estados Unidos, en ese estilo tan peculiar, se va a comportar en el encuentro. Puede decir algo incómodo u ofensivo, incluso para los mexicanos. No sería la primera vez el recurso de usar a nuestro país como una piñata electoral, como lo ha usado en muchas ocasiones", dijo al diario El Financiero.
En un programa de debates de ForoTv, el excanciller Jorge Castañeda dijo que no había alguna razón práctica de este viaje, pues el T-MEC no requiere de ninguna ratificación adicional.
"El presidente tiene tantos frentes abiertos con EE.UU., y cada uno tan tensos, que llegó a la conclusión de que ya no podía posponer indefinidamente el tratar de hablar estos asuntos personalmente con Trump", consideró.
Por su parte, el exembajador Bernardo Sepúlveda advirtió que el viaje es "altamente inconveniente para el interés nacional" debido a los "efectos políticos negativos" que habrá en ambos países y que serán "perdurables".
"No encuentro ninguna ventaja política o económica que beneficie a México (…) Considero, por el contrario, que esa visita afectará negativamente al interés nacional, produciendo un efecto de desagrado y repudio entre los mexicanos, de una profunda decepción al quedar vulnerados los principios que pertenecen a una tradicional política exterior, en donde la respetabilidad de la nación mexicana es un valor supremo e indeclinable, valor que ahora es imperativo mantener inmaculado", dijo en el diario La Jornada.
Otros analistas han señalado los casos de los expresidentes Carlos Salinas de Gortari en 1992 y Enrique Peña Nieto en 2016, quienes fueron mal vistos por los demócratas de EE.UU. por sus reuniones en tiempos electorales.
Ante las críticas, AMLO se defendió este miércoles.
"No soy un vendepatria, para decirlo con claridad, para que no se anden preocupando o se confundan. Se puede tener una muy buena relación con un país como Estados Unidos, que es un país vecino, manteniendo nuestro decoro, nuestra dignidad, nuestra independencia, nuestra soberanía", dijo.
La comunidad mexicana
Algunos líderes de mexicanos en Estados Unidos también han visto negativamente el encuentro en Washington.
Armando Vazquez-Ramos, fundador del Centro de Estudios California-México, sostuvo que puede ser el "peor error diplomático de su gestión" al reunirse con un mandatario "despreciado en el mundo por su racismo y odio contra los mexicanos, inmigrantes y mujeres".
"Para los 40 millones de mexicanos que vivimos en Estados Unidos sería vergonzoso y un insulto que la primera visita al exterior del presidente López Obrador fuera para ayudar a reelegir al peor presidente en la historia de este país", escribió en un artículo.
El periodista mexicano Jorge Ramos consideró la reunión como una "manipulación" de Trump y una "traición e indiferencia a los 12 millones de mexicanos, nacidos en México, que vivimos en Estados Unidos".
"La historia juzgará duramente a Trump. Pero también a los que se convirtieron en silenciosos cómplices de sus políticas racistas y antiinmigrantes. Siempre es peligroso -y poco digno- aparecer junto a un bully y un promotor de la intolerancia", añadió en su columna del diario Reforma.
Sin embargo, Larry Rubin, representante en México del Partido Republicano, dijo a El Heraldo de México que "AMLO es muy avezado y sabrá manejarse muy bien en Washington".
"Es muy, muy importante en términos comerciales que los dos mandatarios se sienten, dialoguen, pacten y vean que es lo mejor para las dos naciones", opinó.
Para AMLO, el viaje también puede ser oportunidad para resolver problemas como la suspensión de visas de trabajo que anunció recientemente Trump.
Consideró que gracias a la buena relación con el gobierno de Trump, se han resuelto otras disputas: "Siempre atienden nuestras demandas".
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