¿Jalisco? Estos son los estados que se quedarían sin agua en 2050
De acuerdo con un estudio de S&P Global Ratings 11 de las 32 entidades sufrirán de un "estrés hídrico"
La crisis de agua es cada vez más notable en el territorio mexicano, por esta razón, expertos de diversas disciplinas han dirigido la atención de la comunidad científica hacia la investigación de las causas y las posibles consecuencias a corto, mediano y largo plazo que esta situación podría acarrear.
Estas investigaciones han revelado que la escasez de agua en México podría alcanzar niveles críticos, dejando a varios estados sin acceso a este recurso vital, y se teme que esta situación pueda empezar a manifestarse a partir del año 2024.
-
TE PUEDE INTERESAR: Estos son los mejores lugares de Guadalajara para comprar chocolates el 14 de febrero
Uno de los estudios fue realizado por la S&P Global Ratings, donde analizaron la situación del agua en varios estados de la República, el resultado arrojó que 11 de las 32 entidades sufrirán de un "estrés hídrico" altísimo, mientras que, otros 6 estados mantienen niveles bajos de este evento. El concepto de estrés hídrico es fundamental para comprender este fenómeno.
La Agencia Europea de Medio Ambiente define al estrés hídrico como una situación en la que la demanda de agua excede la capacidad de suministro disponible, o donde la calidad del agua limita sus posibles aplicaciones.
¿Cuáles son los estados que se quedarían sin agua en 2050?
De acuerdo con el estudio de S&P Global Ratings, los once estados de México que podrían quedarse sin agua son los siguientes:
- Aguascalientes
- Baja California
- Baja California Sur
- Ciudad de México
- Chihuahua
- Estado de México
- Guanajuato
- Morelos
- Sonora
- Sinaloa
- Zacatecas
Por otro lado, los 6 estados que mantendrán sus reservas de agua, aunque en niveles bajos hasta el 20250 son:
- Campeche
- Chiapas
- Guerrero
- Oaxaca
- Tabasco
- Veracruz
Estos estados de México son regiones del sur, lugares selvosos y poco áridos, las cuales cuentan con las condiciones naturales para reabastecer sus suministros naturales de agua hasta el 2050, pero, solo si se les da el cuidado adecuado.
No obstante, El futuro en términos hídricos para estos territorios no está garantizado por completo, pues el incremento en la demanda de agua asociado al crecimiento económico y poblacional podría, en última instancia, intensificar el estrés hídrico.
Esto subraya la importancia de implementar políticas de gestión del agua sostenibles y la necesidad de adaptarse a los posibles cambios sociales y económicos que puedan surgir.
YC