10 datos fascinantes del ayate de Juan Diego
Son incontables los pasajes donde aparece la Virgen de Guadalupe y los testimonios sobre su obra divina; pero por sí mismo, el ayate de Juan Diego es sorprendente
La Virgen de Guadalupe es la imagen más venerada en México por los católicos. Es indiscutible el peso que tiene en la fe de millones e incluso, en la historia nacional. Son incontables los pasajes donde aparece y los testimonios sobre su obra divina, pero por sí misma, en la materialización del llamado "milagro del Tepeyac", es sorprendente.
La imagen de la Virgen de Guadalupe, plasmada en el ayate del indígena Juan Diego Cuauhtlatoatzin, atrae la atención de millones que no dejan de sorprenderse por las apariciones marianas que dejaron testimonio en la humilde prenda del santo.
Aquí algunas curiosidades de lienzo en el que la virgen María dejó plasmada su imagen, en su advocación de Guadalupe:
- La tilma de San Juan Diego no está confeccionada con fibra de maguey, sino con fibra de "agave popotule", también conocida como planta de ixtle
- Es un tejido burdo. Incluso se ve a trasluz el movimiento de un brazo
- Sus dimensiones son 104 x 170 centímetros
- Está formado por dos partes unidas en el medio por una burda costura vertical, efectuada con un hilo de maguey
- El pintor Miguel Cabrera dijo en su libro "La maravilla Americana", que la imagen está también en el revés de la tilma
- En la imagen de la Virgen de Guadalupe no hay huella de pincel, según los científicos americanos, Smith y Callaghan, que trabajaron en la NASA, así como el pintor Francisco Camps Ribera
- El Dr. D. Ricardo Kühn, Director del Departamento de Química de la Universidad de Heidelberg (Alemania), y Premio Nobel de Química, analizó las fibras del ayate. Su dictamen, sin conocimiento de la procedencia de las fibras, fue que no existía colorante, ni animal, ni vegetal, ni mineral, ni sintético. Se trata de un colorante desconocido
- Es curioso que irregularidades del lienzo, por los hilos desiguales, resaltan más los rasgos. Por ejemplo: un hilo más grueso de lo normal pone de relieve el labio superior; y otro, el párpado del ojo derecho
- Desde el año 1950 los ojos de la Virgen de Guadalupe han sido examinados por una veintena de oftalmólogos
- Científicamente, no se explica la conservación del ayate a casi 491 años del milagro, pues lo normal es que no dure más de 20, ni cómo no desapareció cuando le cayó ácido nítrico de arriba a abajo o cuando sufrió la explosión de la bomba del 14 de noviembre de 1921, que destrozó todo lo que había cerca
Autoridades capitalinas estimaron que el año pasado, poco más de 4 millones de personas visitaron a la Virgen de Guadalupe en su santuario, en el Cerro del Tepeyac.
Fuente: Catholic.net y Arquidiócesis de Monterrey
OA