“Fuera porros”, exigen miles de estudiantes en rectoría de la UNAM
Frente a la torre de rectoría de Ciudad Universitaria, miles de estudiantes exigieron el alto a la violencia y la salida de porros. A la protesta se han sumanda múltiples instituciones educativas del país
Miles de estudiantes de diversas facultades y escuelas de educación media superior de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) marcharon para exigir ante la torre de rectoría de Ciudad Universitaria el alto a la violencia y la salida de porros de la mayor casa de estudios del país tras los hechos violentos del lunes en los que resultaron lesionados 13 alumnos.
Para la Rectoría de la universidad, los siete puntos que integran el pliego petitorio son aceptables y atendibles, por lo que convoca a los miembros de la Asamblea General del CCH Azcapotzalco a instalar una mesa de seguimiento para la solución de la totalidad de sus planteamientos
Con gritos de “¡Fuera porros!” miles de inconformes se manifestaron en medio de un paro de actividades en protesta por la agresión de jóvenes quienes en ocasiones están inscritos en la institución, pero no acuden a clases y tampoco está claro por qué intereses se mueven.
El lunes, grupos de porros de una preparatoria afiliada a la UNAM golpearon a manifestantes que protestaban contra el pago de cuotas y pedían libre discurso. Dos estudiantes resultaron seriamente heridos en el ataque que incluyó bombas de gasolina y cuchillos.
La UNAM anunció que 18 de los presuntos agresores ya fueron expulsados. El rector Enrique Graue dijo que el ataque fue obra de personas que “obedecen a intereses ajenos a la Universidad y que, evidentemente, pretenden desestabilizar”, pero no aclaró a quiénes se refería.
Demandas estudiantiles son viables y atendibles: UNAM
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó que son aceptables y atendibles todos los puntos del pliego petitorio del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco, plantel del que son los estudiantes quienes resultaron lesionados el lunes en una manifestación con la que exigían mejoras.
La Rectoría de la UNAM y la Dirección General del Colegio de Ciencias y Humanidades recibieron el pliego petitorio de la Asamblea General de CCH Azcapotzalco, e invitaron a instalar una mesa de seguimiento con la participación de autoridades de la administración central de la universidad.
“Para la Rectoría de la universidad, los siete puntos que integran el pliego petitorio son aceptables y atendibles, por lo que convoca a los miembros de la Asamblea General del CCH Azcapotzalco a instalar una mesa de seguimiento para la solución de la totalidad de sus planteamientos”.
En sus demandas, los inconformes exigieron la comprobación de la correcta asignación de docentes para todos los grupos y turnos, de acuerdo con la infraestructura instalada en cada aula y asignar a una nueva administración en la que el alumnado tenga conocimiento previo del historial profesional de los docentes que se postulen para dirigir el plantel.
Además, que el director interino, Andrés Francisco Palacios Meza, no pueda participar, “por los antecedentes que tiene entre la comunidad”, fue otra de las demandas estudiantiles. Asimismo, pidieron que la autoridad respete y no intervenga o inhiba las expresiones políticas y culturales de la comunidad estudiantil, como es el caso de murales y otras actividades recreativas.
Demandaron que exista el compromiso por escrito de dar mantenimiento de forma periódica a los murales hechos por los estudiantes.
Ayer, miles de universitarios reclamaron más seguridad para los alumnos y el personal académico que acude a los planteles de la UNAM, frente a la Torre de Rectoría, justo donde el lunes pasado ocurrieron las agresiones contra alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades Azcapotzalco.
Comunidad estudiantil violentada
La UNAM tiene 350 mil estudiantes en distintas sedes, de los cuales 115 mil son de nivel bachillerato. Sus instalaciones, regidas por el principio de autonomía universitaria y donde no está permitido que entren las fuerzas de seguridad, han sido recientemente escenario de actos de violencia y últimamente se ha denunciado la proliferación de actividades de narcomenudeo. Uno de los crímenes más sonados fue el asesinato en 2017 de la joven Lesvy Berlín Osorio, que, en un primer momento, llegó a calificarse de suicidio, aunque luego las autoridades reconocieron que fue un feminicidio.