México

Cofepris trabaja en Acapulco para combatir posibles infecciones

Cofepris informó que se encuentra trabajando en Acapulco para encalar focos infecciosos

Después del desastre natural ocurrido en Acapulco, Guerrero derivado del Huracán Otis, categoría 5, los focos de infecciones han crecido, por lo que la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) se encuentra realizando labores para combatir infecciones entre los acapulqueños.

Las inundaciones pueden presentar riesgos severos a la salud de las personas expuestas; las infecciones por agua contaminada pueden ser mortales. Pan American Health Organizations informa que las epidemias de malaria, dengue, y encefalitis posteriores a un desastre, si llegan a ocurrir, comienzan unas seis semanas después del desastre naturales. 

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A través de sus redes sociales, la Cofepris dio a conocer que las brigadas de atención a emergencias sanitarias han realizado evaluaciones sanitarias para prevenir cualquier riesgos a la salud de los pacientes de los hospitales, entre ellos: el Hospital Militar Regional; Hospital de Cancerología y el Hospital del ISSSTE.

Bertha Alcalde Luján, dio a conocer que los desastres naturales traen consigo muchos riesgos sanitarios derivados de la contaminación del agua, descomposición de alimentos y otros. Por ello, la Cofepris trabaja encalando focos infecciosos, clorado de agua, dando insumos, atendiendo riesgos en albergues, hospitales, etc.

 

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud, entre las cosas que no se deben hacer después de un desastre naturales es:

  • Acampar al aire libre en una zona conocida de malaria a menos que se tenga la protección de un mosquitero adecuado.
  • Saltarse tomas de los medicamentos profilácticos de la malaria si se visitan las zonas rurales conocidas de malaria, en particular si la persona viene de una zona o país libre de malaria.
  • Olvidarse de tomar la vacuna antiamarílica al menos seis días antes de viajar a una zona donde se ha notificado la fiebre amarilla de la selva, y de la necesidad de vacunas de "refuerzo" cada diez años.
  • Mantener neumáticos viejos, botellas vacías, automóviles reducidos a chatarra, barcos sin protección, cáscaras de coco o conchas de mar, u otros envases de agua que pudieran convertirse en criaderos de mosquitos A. aegypti en el propio patio de la casa.
  • Olvidarse de mantener los recipientes domésticos de agua potable cubiertos con una tapa y añadirles productos químicos antilarvarios, como el temefós (Abate) o el metopreno (Altosid), si lo aconseja un trabajador de salud local.

MM

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