Caravana llegó, pero no va a la Basílica
Con palos y piedras, los migrantes enfrentaron a policías a la entrada de la ciudad. Pretendían llegar a la Basílica y al Monumento a la Revolución, pero no les permitieron continuar
Unos 500 centroamericanos de la caravana migrante que salió de Chiapas hace más de un mes y medio llegaron ayer a la Ciudad de México, en la que se encontraron con un cerco policial contra el que se enfrentaron con palos y piedras.
Después de un largo camino, los centroamericanos lograron llegar a la capital con la intención de visitar la Basílica de Guadalupe, donde se celebró este domingo el Día de la Virgen, patrona de México, para luego ir al Zócalo, donde se encuentra el Palacio Nacional, para exigir que se regularice su situación en el país.
Sin embargo, tan pronto pisaron territorio de la Ciudad de México, las autoridades capitalinas les propusieron no acudir a dichos lugares, sino acudir a pasar la noche en el Deportivo Santa Martha Acatitla.
Allí, según declaró a medios de prensa el secretario de Gobierno de la capital, Martí Batres, se preparó un espacio en el que podrían descansar un total de mil personas.
Además, se comprometió a proporcionarles a los migrantes -que pretenden continuar su camino hacia su destino final, Estados Unidos- alimentos, atención médica, pruebas de COVID-19 y vacunas contra el coronavirus.
Los migrantes se negaron y trataron de continuar su ruta caminando hacia la basílica a falta de que las autoridades les proporcionen transporte.
Pero se toparon con un reten con varias decenas de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana cerrándoles el paso por lo que se dio un enfrentamiento en el que los migrantes golpearon los escudos de los agentes con palos y piedras.
MQ