Advierten de riesgos por rediseño de espacio aéreo del Valle de México
La controladora aérea María Larriva da cuenta de llegadas muy largas y cercanas a los montes
Mayor tiempo de demora, incremento en el uso de combustible y vuelos más cercanos a la orografía; son algunas de las afectaciones que genera el rediseño del espacio aéreo del Valle de México; advirtió María Larriva Sahd; experta en el tema y la primera mujer controladora aérea en México.
La especialista dijo que los problemas con el rediseño, que comenzó a aplicarse el año pasado, parten de que se antepusieron aspectos administrativos y políticos a las cuestiones técnicas, por el afán del Gobierno Federal para que el nuevo aeropuerto de Santa Lucía funcione. Añadió que la dirección de los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM) despidió personal especializado con experiencia y dio esos espacios a perfiles con menor preparación.
“El diseño anterior era perfectible, migrando de navegación convencional a satelital, pero en lugar de eso movieron las llegadas de sitio geográfico perjudicando a la aviación. Actualmente hay llegadas muy largas, muy cerca de la orografía, las aeronaves están muy bajas, producen mucho ruido y aparte el controlador tiene ahora un procedimiento inflexible ante posibles inconvenientes”, dijo en entrevista.
José Covarrubias, secretario general del Sindicato de Controladores Aéreos, coincidió en que el rediseño no ha dado los resultados esperados; subrayó que no hay una reducción de uso de combustible en los aviones ni una disminución de incidentes.
El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), José Medina Mora Icaza, advirtió hace unos días que la crisis relacionada con la gestión del espacio aéreo puede provocar un accidente grave.
“Lo más grave es que hoy el riesgo de un accidente que derive en pérdida de vidas es latente y debe ser atendido sin demora”, declaró.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) planteó que el rediseño del espacio aéreo en el Valle de México generaría tiempos predecibles y mayor eficiencia en rutas de llegada y salida en cada aeropuerto. Planteó reducción de las demoras operacionales y disminución en el consumo de combustible y emisión de gases contaminantes. Además, prometió reducción en las interacciones y carga de trabajo para pilotos y controladores de tránsito aéreo. Según los especialistas ninguno de estos aspectos se ha concretado.