2 de octubre no se olvida: ¿Qué significa esta consigna y qué pasó esa noche?
Cada 2 de octubre se escucha el lema "2 de octubre no se olvida", y miles de estudiantes salen a marchar en la Ciudad de México en conmemoración a la masacre de ese día
Cada 2 de octubre en México se reabre una herida que nació el 1968 en Tlatelolco. A 10 días de comenzar los Juegos Olímpicos celebrados e México, en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco ocurrió una masacre que dejó un saldo casi desconocido por el público.
La masacre fue cometida por el Ejército Mexicano y el grupo paramilitar Batallón Olimpia en contra de una manifestación pacifica. Aquel día el ejército y el Batallón Olimpia pusieron en marcha la "Operación Galeana" con el fin de detener a los miembros del Consejo Nacional de Huelga, órgano en dirección colegiado, creado el 2 de agosto de 1968 por miembros de las escuelas en huelga, especialmente por estudiantes de la UNAM, el IPN, el Colegio de México y la Escuela de Agricultura de Chapingo, la Universidad Iberoamericana, la Universidad La Salle, la Escuela Normal de Maestros, la Escuela Nacional de Antropología e Historia y otras universidades del interior de la república.
El 2 de octubre miles de personas se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco mientras eran vigilados por elementos de Ejército acompañados por dos helicópteros que vigilaban la zona para abrir fuego eventualmente.
Cinco minutos antes de las 18 horas se dispararon dos bengalas rojas y las 18 horas con 10 minutos, los francotiradores que estaban en el edificio Chihuahua vieron un helicóptero lanzar otra bengala roja y una verde: la señal que marcó el comienzo de momentos de terror, pues los elementos abrieron fuego confundiendo a los militares que estaban abajo para hacerles creer que los estudiantes habían agredido a los efectivos.
Muchos de los asistentes intentaron salir del lugar y otros cuantos se escondieron en los departamentos de los inquilinos, pero nada de esto fue suficiente porque los soldados, sin orden judicial entraban a los espacios habitacionales para capturar algunos manifestantes, jóvenes y cualquier persona que pareciera estudiante.
Los periodistas que estaban documentando el mitín también sufrieron, pues las fuerzas del orden confiscaron rollos y cámaras para evitar alguna filtración de todo lo que pasó durante la noche del 2 de octubre del 68.
La matanza se extendió hasta altas horas de la madrugada; además, el uso del aparato judicial para perseguir periodistas y líderes del movimiento estudiantil se extendieron más allá del 68. Al terminar los Juegos Olímpicos, el gobierno se dedicó a negar la masacre de esa noche.
"¡2 de octubre no se olvida!" es el llamado y grito contra la impunidad que, aún 55 años después, sigue doliendo este capítulo de la historia, y es una herida que con cada desaparición forzada se reabre.