Velan a comandante asesinado en Tlajomulco; atacan a un policía cada 17 días
Con el comandante Insua Casao suman al menos siete elementos asesinados a cargo de la Seguridad Pública en Jalisco
Gerardo Insua Casao, comandante de la Policía de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, fue asesinado la noche del pasado sábado en una nevería de Tlajomulco, frente a su esposa y su hija.
El Fiscal de Jalisco, Luis Joaquín Méndez, confirmó el ataque se dio mientras el agente y su familia se encontraban haciendo compras en el negocio ubicado en la colonia Real del Valle, hasta donde llegó un grupo de alrededor de cuatro sujetos, al menos tres hombres y una mujer, quienes le dispararon sin mediar palabra. Pese a que el agente llevaba consigo su arma de cargo, debido a la manera en la que fue atacado, ni siquiera tuvo oportunidad para sacarla e intentar defenderse.
En el lugar se encontraron alrededor de 70 cascajos, al parecer todos de arma corta. El Fiscal aseguró que se realizarán los peritajes balísticos para determinar si las armas usadas habrían sido utilizadas en algún otro hecho. Méndez Ruiz añadió que en la zona se localizó un vehículo tipo sedán, probablemente relacionado con el hecho, el cual ya fue asegurado y puesto a disposición de las autoridades correspondientes para analizar los indicios en busca de dar con los responsables.
Ayer se llevó a cabo su funeral en recinto ubicado en la Calzada Independencia y Puerto Altata, donde su cuerpo fue acompañado por amistades y familiares, resguardado por elementos de la Secretaría de Seguridad, quienes permanecieron en todo momento al ingreso de las instalaciones del inmueble. Se prevé que el homenaje de cuerpo presente del oficial se lleve a cabo este lunes en las instalaciones de la SSE a puerta cerrada.
El secretario de Seguridad, Bosco Pacheco Medrano, señaló que el asesinato del comandante derivó no sólo del buen trabajo llevado a cabo en su labor diaria en la institución, sino también por los resultados dados por las autoridades a nivel estatal. Gerardo Insua era politólogo por la Universidad de Guadalajara, contaba con una maestría en Administración Pública por el Instituto de Administración Pública del Estado de Jalisco.
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Entre sus servicios más destacados se encuentra su participación en la balacera ocurrida en abril de 2021 en la colonia Chapalita, en Guadalajara. Con Insua Casao suman al menos siete los elementos a cargo de la Seguridad Pública en Jalisco asesinados en lo que va del año en la Entidad. Lo anterior se traduce que este 2024 han sido asesinados un policía cada 17 días en promedio.
La víctima más reciente, antes de Insua Casao, fue el comandante tapatío, Fernando Pérez Echeverría, quien fue atacado en medio de la atención de un reporte de riña y agresión contra una mujer en la colonia Lagos de Oriente, en la Perla Tapatía, el pasado 27 de marzo. 2023 cerró con un total de 24 elementos asesinados en Jalisco, la cifra más alta de ataques contra policías de los últimos cuatro años, pese a que fue en marzo de 2019 cuando se aprobó la reforma al Código Penal para castigar con hasta 70 años de cárcel a quienes asesinen a personas que desarrollen funciones de seguridad pública, impartición o procuración de justicia.
Para el investigador de la Universidad de Guadalajara, Arturo Villareal Palos, el que exista impunidad en el sistema de justicia hace que los asesinos de los policías se vuelvan invisibles, es decir, que no sean detenidos y no se les castigue por los crímenes cometidos. De acuerdo con el académico, los homicidios de policías en Jalisco son un desafío al Estado y no hay consecuencias reales por ello.
Según explicó, las autoridades no han establecido algún mecanismo real para hacer frente a esta situación, pues si bien se han incrementado las penas para quienes asesinen a elementos encargados de la seguridad, esto no representa una disuasión para que dejen de hacerlo, pues los criminales saben que no darán con su paradero, por lo cual, no tendrán un castigo.
“Por eso se atreven a hacerlo, pareciera que para ellos es un desafío privarles de la vida. Es muy importante subrayar que, si los criminales se atreven a estos delitos, o desaparecer a algún policía, es pensable que se atreverán a cualquier cosa, porque están conscientes de la alta impunidad que existe”, expresó.
Ante este tipo de situaciones, dijo, es necesario en primer lugar que se capacite a las y los policías y se les dote de las herramientas necesarias para que puedan detener a estos criminales, que se califiquen nuevos delitos que castiguen estos crímenes en particular y se establezca una unidad especializada para investigar los homicidios de policías y dé con los responsables, estableciendo verdaderos castigos para que no queden impunes, a fin de que se piensen dos veces en agredir siquiera a algún oficial.
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FS