Univa, a la vanguardia en medicina con la simulación clínica
La institución de educación superior ofrece formación que incluye el uso de tecnología de vanguardia que asegura un óptimo entrenamiento a sus alumnos
Hace poco más de 30 años se comenzó a introducir la simulación clínica en el aprendizaje de los alumnos de medicina, como una herramienta innovadora para disminuir los errores que pueden resultar mortales en pacientes reales.
La simulación clínica es una práctica en un espacio controlado donde se presentan casos hipotéticos, en los cuales los estudiantes pueden equivocarse y aprender de ello sin una consecuencia grave.
En octubre del 2022, la Universidad del Valle de Atemajac (Univa) inauguró un área de simulación clínica con tecnología de vanguardia que brinda un alto parecido a la realidad, asegurando un óptimo entrenamiento en sus alumnos antes de partir a las prácticas en hospitales y con personas reales, así lo comentó el Dr. Raymundo Hernández Herrera, Coordinador Académico de la carrera de Medicina en Univa.
“La simulación clínica es una estrategia de enseñanza novedosa importante porque el alumno entra en un contexto muy parecido a la realidad donde desarrolla y practica habilidades en beneficio de la seguridad del paciente. Aquí se aprende de forma experiencial y, eso mismo, le brinda seguridad, confianza y disminuye el estrés a los alumnos”.
“Hace un año, implementamos el área de simulación clínica con alta tecnología. Buscamos que al paciente se le atienda mejor, profesionalmente hablando, y eso se consigue por medio de la simulación para que el alumno se prepare antes de ir a los hospitales”, expresó el doctor.
Explicó cómo la simulación clínica permite una formación completa de los estudiantes y aclaró que esta herramienta no sustituye las prácticas reales: “El alumno es evaluado, tiene una rúbrica en cada sesión. Se le explica lo que va a hacer y, cuando está realizándolo, nosotros estamos viendo qué hizo bien o mal. Después de eso, hacemos una retroalimentación y, el mismo alumno, se va dando cuenta, lo que da pie a que vaya forjando su propio criterio”.
“Hay un poco de desinformación en este tema, porque algunos creen que sustituye a las prácticas reales, pero actualmente siempre debemos de pensar en el bienestar del paciente. Antes, se practicaba directamente en personas reales, si te equivocabas, era un problema grave. Pensando en la calidad a la atención del paciente, es de relevancia la simulación clínica”.
Desde que se integró la simulación clínica, se cree que los alumnos están más preparados, por ello, en Univa están próximos a sacar un estudio en el que se evidencie cómo esta herramienta logra una formación completa en donde se entrena a los alumnos con la libertad de equivocarse, pero siempre con el objetivo de aprender y mejorar sus técnicas.
Perfeccionar la técnica
Para conocer los beneficios de este programa, Aldo Aranda, médico pasante de la Univa, compartió su experiencia, resaltando que esta herramienta te brinda una noción de la realidad y cuando llegas a la práctica real tus habilidades están mejor desarrolladas.
“La simulación, sobre todo, te da la noción de los procesos que vas a llevar afuera, para mínimo tener las bases de la práctica, porque uno como alumno no quiere perjudicar a un paciente real. Con la simulación tenemos la posibilidad de practicar varias veces y perfeccionar nuestras técnicas”.
¿Cómo se compone a un área de simulación clínica?
Se divide en cuatro salas: retroalimentación, consultorio, neonatología, parto y urgencias. En la sala de retroalimentación al alumno se le explica qué va a hacer y, una vez concluida la práctica del día, se regresa ahí para señalarle su desempeño y las áreas a mejorar.
En el consultorio se presenta a un paciente simulado donde el alumno tendrá que interrogarlo y explorarlo para ir creando un caso clínico; en neonatología, el estudiante aprende a atender a un recién nacido.
La sala de parto funciona para simular la atención a una mujer que está pariendo; mientras que en urgencias se presentan situaciones clínicas de gravedad como infartos, insuficiencias respiratorias o arritmias cardiacas, entre otras.
Todo es controlado por profesores desde una sala de vigilancia, quienes les dan voz a los maniquíes en los que se realizan las prácticas para crear ambientes más reales.
CT