BRT, la mejor opción para aumentar oferta de transporte público en la ZMG
Su costo y tiempo de construcción permiten una solución más eficaz para el reto de la movilidad
Ante el incremento de vehículos y de los congestionamientos viales en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), los sistemas BRT (Autobuses de Tránsito Rápido, por sus siglas en inglés) son la mejor opción para aumentar la oferta de transporte público y motivar a las personas a minimizar el uso del coche.
Así lo consideró Víctor Raúl Martínez, especialista internacional en proyectos de transporte con tecnología sostenible, quien añadió que los BRT son proyectos menos costosos para los Gobiernos y se construyen en menos tiempo que otros sistemas como los trenes.
“Estos sistemas BRT, integrados con otros modos (de transporte), son supremamente eficientes y atienden la principal necesidad del usuario del transporte público, que muchas veces se olvida (…) que es el tiempo de viaje”, manifestó.
Por su parte, Sebastián Nieto, gerente de una de las empresas operadoras del sistema de transporte masivo Transcaribe en Cartagena, Colombia, así como primer director del Macrobús en Guadalajara, consideró que la ciudad dio un salto en innovación de la movilidad cuando en 2008 se impulsó el Macrobús.
Aunque con la construcción de la Línea 3 del Tren Ligero el proyecto de conexión con otros BRT quedó en pausa, el impulso del Peribús volvió a ser un gran avance para la movilidad sostenible de la ciudad.
También llamó a fortalecer este tipo de transporte con otros sistemas intermodales como MiBici.
“Es el uso del transporte público la solución al problema de congestionamiento vial, dado que en ciudades como Guadalajara es casi imposible abrir nuevas calles o avenidas”, añadió Víctor Raúl Martínez Palacio.
Apuestan por el diálogo para lograr acuerdos
Ayer, el gremio transportista expuso la “urgente necesidad” de revalorar la tarifa actual del transporte público. En respuesta, el Gobierno Estatal declaró que no habrá aumento en el costo del pasaje, citando los subsidios que ya se otorgan a los transportistas.
En este contexto, especialistas coinciden en que, cuando surge un conflicto sobre las tarifas del transporte público entre las empresas proveedoras del servicio y el Gobierno, el mejor camino es el diálogo cordial. Este diálogo debe permitir analizar todas las variables para encontrar un sistema que haga sostenibles los proyectos sin afectar los bolsillos de los usuarios.
El diálogo hace la diferencia
Víctor Raúl Martínez, especialista internacional en proyectos de transporte con tecnología sostenible, destacó que el diálogo continuo y periódico puede marcar la diferencia, sin descuidar la calidad del servicio que se ofrece a la ciudadanía.
“El reto grande es el reto económico. Todas estas nuevas inversiones en infraestructura y equipo, ya sea en buses o trenes, a veces requieren ajustar la tarifa o que el Gobierno subsidie. Naturalmente, esto genera un debate. Pero la solución para este desafío económico del transporte público es que tanto el Gobierno como los operadores se vean como aliados. Deben revisar periódicamente las cuentas, cómo se comportan los costos de operación y mantenimiento, tanto del material rodante como de la infraestructura, y llegar a acuerdos”, manifestó.
Martínez añadió que los usuarios no pueden soportar un incremento en la tarifa cada año, mientras que el Gobierno tampoco debería aumentar constantemente los subsidios.
Garantizar sostenibilidad
Sebastián Nieto, primer gerente del sistema Macrobús en Guadalajara y especialista en operación de sistemas BRT, enfatizó que garantizar la sostenibilidad del sistema de transporte es un objetivo común tanto para las autoridades como para los transportistas.
En este sentido, Martínez Palacio sugirió que una opción para establecer tarifas más equitativas podría ser el cobro por distancias. Esto incentivaría el uso del transporte público para trayectos cortos y promovería conexiones intermodales, mientras que los trayectos largos podrían mantenerse con tarifas conscientes.
Martínez también subrayó la importancia de reconocer que, en muchos casos, quienes viajan largas distancias son personas en situación de vulnerabilidad económica. Por ello, es fundamental implementar políticas públicas que les brinden apoyo, evitando que paguen más por vivir en las periferias. Un ejemplo de esto es el programa “Mi Pasaje”, que busca aliviar el costo del transporte para estudiantes y trabajadores que viven lejos de los centros urbanos. La solución al conflicto tarifario pasa por un diálogo abierto y continuo entre el Gobierno y los transportistas, para mantener un sistema de calidad.