Jalisco

Vecinos denuncian que responsables de hornos clandestinos viven en la misma colonia

Vecinos de la colonia Artesanos aseguraron que todos los que habitan en los alrededores conocen lo que pasa, pero pocos quieren hablar

"¡Ahora si los ven!", reprochó una de las vecinas de la colonia Artesanos, donde ayer el colectivo Madres Buscadoras de Jalisco localizó un horno crematorio clandestino que aún estaba activo. 

"El olor que desprendía" –dijo-  es característico “a greña quemada”. Opera de día y noche. “A veces los prenden cada tercer día o semana. “Siempre huele bien feo, nada de que es leve, es muy intenso”, dijo otra señora que desde hace 30 años vive en esa zona.

Aseguró que todos los que habitan en los alrededores de El Barrancón conocen lo que pasa, pero pocos quieren hablar. La presencia de las patrullas de la Comisaría de Seguridad Pública de San Pedro Tlaquepaque es frecuente, pero “no sabemos de qué lado están (…) acá hay mucha corrupción y los niños están vendidos”.

“Si uno supiera que no hay colusión hasta los llevas al domicilio donde se esconden las personas”, que durante el día se trasladan en motocicletas y en la noche se esconden. Eventualmente llegan camionetas de diferentes colores y se van.

Recordaron que hace 15 días vecinos de la calle Sauce se reunieron, porque están inconformes con el retiro del pavimento para ingresar la red de agua potable y alcantarillado, cuando surgió ese olor desagradable. Comenzaron a mirarse entre ellos y “nadie quiso decir nada, porque uno tiene que cuidarse hasta de los vecinos. La verdad todos tememos por nuestra seguridad”, confió una de ellas.

Como una medida de precaución tratan de no interactuar con los jóvenes relacionados con los hornos, aunque “los chavos pasan y dicen, ´hola señora, buenos días, doña´, contesta uno el saludo y hasta ahí, no veo, no oigo, no hablo, ni nada. Además, mantengo abajo las cortinas de mi casa para que no sepan si estoy o no estoy, pero que vean cerrado”.

Ambas vecinas de la colonia Artesanos, coincidieron en señalar que las personas que colocan restos en los hornos viven en Privada El Limón, ambas paralelas a la vía Manzanillo que es un camino que está siendo pavimentado con concreto hidráulico.

Lo más triste, -dicen- es que detrás de estos hechos participan niños de 11 a 13 años. “Chiquitos (…) yo veo peligroso esa situación y me gustaría irme a vivir a otro lado. Tengo bardas cortitas y es fácil que se brinquen, y somos puras muy mujeres aquí en mi casa”.

MM

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