Nueve cárteles recrudecen la violencia en Jalisco
Los conflictos entre bandas criminales generan alerta en la Zona Metropolitana de Guadalajara y los límites con Aguascalientes, Michoacán, Guanajuato y Zacatecas
En Jalisco, nueve estructuras del crimen organizado pelean por el control de la Entidad. Diagnósticos de la DEA, del Ejército mexicano y de consultoras privadas señalan como focos rojos la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) y los límites del Estado con Zacatecas, Guanajuato, Michoacán y Aguascalientes.
Las disputas acarrearon en estas regiones un incremento en los homicidios, desapariciones y hallazgos de fosas clandestinas desde 2019.
Los estudios coinciden con la hegemonía en el territorio jalisciense del Cártel Nueva Generación (CNG) y los incidentes violentos en las fronteras originados por la lucha de este grupo para frenar el ingreso de otras organizaciones criminales regionales, algunas de ellas disidentes.
En la Región Altos Norte, en los límites con Zacatecas (incluye Teocaltiche, San Juan de los Lagos, Lagos de Moreno y Ojuelos), se busca replegar al Cártel de Sinaloa.
En la Región Norte, de Huejúcar a Chimaltitán, la disputa es contra el Cártel del Noreste y el Cártel de Sinaloa.
En los confines con Guanajuato, la lucha del CNG es contra Cárteles Unidos y remanentes del Cártel de Santa Rosa de Lima. Esto afecta desde Ojuelos hasta Jesús María.
De la Región Ciénega a la Región Sur, la lucha es contra Los Pájaros Sierra y grupos de Michoacán como Los Viagras.
En la ZMG, la escalada de violencia reportada entre 2017 y 2021 se derivó de la lucha del CNG contra La Nueva Plaza.
Conflicto entre cárteles suben delitos en Jalisco
Los conflictos en las fronteras de Jalisco con otros Estados impactan las estadísticas en materia de seguridad en esta administración. En el caso de la región Altos, donde se registró la desaparición de cinco jóvenes el fin de semana, la lucha de cárteles provocó una escalada de violencia en Ojuelos y Lagos de Moreno.
En Ojuelos, entre 2018 y 2023 suman 42 carpetas de investigación por homicidio, mientras que en años previos sólo había dos homicidios por año. En Lagos de Moreno, de promediar 20 homicidios por año, entre 2019 y 2023 se promediaron 75 homicidios por año; además se hallaron cinco fosas clandestinas y hay 514 personas reportadas como desaparecidas.
En Teocaltiche, en 2021, un millar de personas sufrieron desplazamiento forzado por los choques entre grupos criminales en la región. Este año suman 10 episodios de enfrentamientos entre civiles armados en los límites con Zacatecas.
En 2022, las luchas en la región Sur, en los límites de Jalisco y Michoacán, provocaron cuando menos cinco episodios de enfrentamientos y bloqueos entre grupos de la delincuencia organizada que afectaron a Mazamitla, Tizapán El Alto, Tamazula y Valle de Juárez. En las últimas dos semanas se han reportado incidentes violentos en Jilotlán de los Dolores, en el extremo sur de Jalisco.
“El poder criminal de los cárteles se está disputando territorios. Esos territorios tienen que ver con zonas estratégicas para el trasiego de enervantes, de armas o de otras actividades, ya no sólo de narcotráfico sino de expandir su poderío hacia el territorio del occidente. Esos municipios que colindan con Michoacán, con Guanajuato, con Zacatecas, son los que están disputados. Evidencian con este tipo de hechos el poderío que tiene en frente al estado constituido”, explicó el doctor Rogelio Barba Álvarez, jefe del Departamento de Estudios Interdisciplinarios en Ciencias Penales del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara.
Por su parte, Luis Campos Carriedo, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Panamericana, señala que el evitar que estas estructuras impongan sus reglas en las fronteras, debe ser un trabajo donde intervengan tanto autoridades federales como estatales: “Percibo que ciertamente cuando ocurre un fenómeno que tiene un impacto social a través de los medios de comunicación y las redes sociales, la autoridad lo que busca es que hablen de los éxitos, no de las cosas malas y menos aún de las cosas negativas, sobre todo cuando es momento electoral. Cuando hay algo negativo, cada quien busca una solución momentánea, que a veces no necesariamente es la correcta”.
Agregó el especialista que la estrategia de mandar elementos de la Guardia Nacional, Policía Estatal o Ejército en cuanto ocurre una situación de seguridad, no demuestra ser la mejor solución para resolver estos problemas.