Asesinan a empresario; otra vez sin detenidos
El homicidio de Carlos Enrique Newton en un centro comercial de Providencia desata críticas a la administración de Enrique Alfaro
“¡Otro asesinato en un centro comercial!”. “Es increíble que en ninguna parte de la ciudad nos sentimos seguros. Ya en cualquier plaza o calle pasa esto”. “Nosotros vinimos nomás a comer y ahora no podemos irnos porque está lleno de policías”. “Oye, ¿pero hasta cuándo nos podemos ir o llevar nuestros coches. Ya llevan mucho tiempo ahí y nadie nos dice algo. ¡Queremos irnos!”.
Tapatíos mostraron miedo, incertidumbre, pero también coraje porque otra vez se registró un asesinato en una plaza comercial en Providencia, una de las zonas más vigiladas de la ciudad. Se trató del homicidio del tequilero Carlos Enrique Newton Frausto, director de la Destilería Santa Lucía, quien fue agredido a balazos la tarde de ayer en el estacionamiento de una plaza comercial.
El empresario, de 51 años de edad, había acudido a comer con su familia, y antes de abordar su camioneta fue asesinado. “Tuvo una reunión en un restaurante. Cuando terminaron, al abordar su vehículo, fue agredido por dos sujetos”, refirió un elemento de la Policía de Guadalajara. En el sitio fueron encontrados alrededor de 20 casquillos de bala, mientras que los agresores presuntamente viajaban en un vehículo de color rojo y escaparon hacia la zona de Atemajac. Ni la coordinación policial ni el Escudo Urbano C5 operado por el Gobierno de Jalisco sirvieron para detener a los sicarios.
Los hechos desataron el pánico en la plaza comercial debido a las detonaciones, que irrumpieron la tranquilidad de quienes acudían en una tarde lluviosa a pasear, comer o realizar distintas actividades de recreación o comercio.
Patricia, una persona que estaba en la plaza, contó que las personas comenzaron a correr desde el estacionamiento debido a la amenaza. “Estábamos comiendo en uno de los restaurantes de la plaza cuando empezamos a ver un montón de gente correr, asustadas, y que iban en sentido contrario del estacionamiento hacia la avenida Américas. Allí fue cuando comenzaron a circular distintos rumores de que había sido una balacera en el estacionamiento”.
Quienes habían estacionado sus vehículos en los pisos superiores ya no podían subir debido a que se bloquearon los elevadores. La zona estaba acordonada, había presencia de elementos del Ministerio Público y policías.
Una familia que había acudido a pasar el rato no pudo retirarse en su vehículo porque no se permitía la entrada ni salida. “Ya no hay una zona de la ciudad donde se pueda uno sentir seguro”, acentuó Alicia.
Adolfo Gámez, abogado penalista, lamentó la falta de coordinación entre las autoridades de los tres niveles de Gobierno, pero también criticó la impunidad y el fracaso del sistema de videovigilancia, ya que no hubo detenidos, otra vez, por este tipo de hechos. “La seguridad quedó relegada y es un negocio. Del Escudo Urbano C5, las cámaras no ‘funcionan’ cuando suceden estos eventos. Antes, estar en una plaza comercial era seguro; ahora no hay quién nos proteja”.
El hecho se suma a la lista de asesinatos en zonas comerciales en la metrópoli en los cuales los operadores del sistema de videovigilancia no dieron resultados para detener a los sicarios. Entre los casos más relevantes, destacan el de Salvador Llamas Urbina, director del Sistema de Agua de Puerto Vallarta, quien fue asesinado en otro restaurante en Providencia; de poco sirvió el sistema de videovigilancia.
Tampoco funcionó el sistema de cámaras en la desaparición de tres jóvenes en Santa Ana Tepetitlán; en la privación de la libertad de jóvenes de un call center en Zapopan, quienes terminaron ejecutados; en los bloqueos en la zona de la carretera a Saltillo en agosto de 2022, entre otros eventos en esta administración estatal, como el asesinato del comandante de la Policía de Zapopan, Carlos Flores Amezcua, en un café ubicado en una plaza comercial situada en la avenida Patria, en la colonia La Estancia.
Sobre el asesinato de ayer, se montó un operativo, pero no se reportó alguna detención. Mientras el Gobierno de Jalisco presume la baja en los delitos, es otro caso de impunidad.
La organización “México Evalúa” reveló en su último estudio que Jalisco tiene un índice general de impunidad de 99.7% en los asesinatos que se cometen. De cada 100 delitos cometidos, si acaso uno se resuelve.
Además, la percepción de inseguridad en el Estado es alta: de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Seguridad Pública del Inegi, la mayoría de jaliscienses se sienten inseguros.
El Consejo de Industriales de Jalisco lamentó el asesinato del tequilero Carlos Enrique. En redes sociales se sumó a la pena y condolencias para familiares y cercanos al empresario, quien era director de la Destilería Santa Lucía.
La Fiscalía de Jalisco emitió un comunicado en donde informó que lleva a cabo trabajos para “esclarecer la muerte de un hombre, quien se desempeñaba como empresario tequilero”.
El gobernador Enrique Alfaro se encuentra de vacaciones, por lo que no opinó sobre el asesinato ni a los reclamos de tapatíos.
Preguntas al gobernador
¿Dónde están los responsables del asesinato del empresario?
¿Por qué volvió a fallar la coordinación entre autoridades para detener a los responsables?
¿Qué pasó con el monitoreo del Escudo Urbano C5 (videovigilancia)? ¿Otra vez no siguió a los asesinos para detenerlos?
¿De los 12 mil 445 asesinados durante este sexenio en Jalisco, cuántos están en la cárcel?