Rezagadas, 14 de 23 obras de Peña en Jalisco

A menos de cuatro meses de que concluya el sexenio de Enrique Peña Nieto, el Programa Nacional de Infraestructura (PNI) 2014-2018 está lejos de cumplir todas sus metas en Jalisco. De las 23 obras prometidas con una inversión récord de 91 mil millones de pesos, solamente nueve ya fueron entregadas, ocho están en proceso y podrían finalizar antes de diciembre, mientras otras seis están canceladas, suspendidas, o se desconoce su estatus.

Del total, cuatro obras que no verán la luz a corto plazo abarcan el 37% de la inversión prometida por el Gobierno federal para Jalisco. Se tratan de la Central Ciclo Combinado Guadalajara I y su Red de Transmisión Asociada, el Tren de los Altos y la Presa el Zapotillo. Suman más de 33 mil millones de pesos.

La Central Ciclo Combinado Guadalajara I y la Red de Transmisión Asociada proyectaban una inversión de 10 mil 791.8 millones de pesos. Estas obras, que se realizarían en Ixtlahuacán de los Membrillos, pretendían contar con generación de energía limpia y cerca de la metrópoli. Uno de sus principales objetivos era disminuir las emisiones de elementos contaminantes a la atmósfera, al ser una central que utiliza gas y aminorar la pérdida de energía por el transporte. Fue cancelada en 2016.

El Tren de Los Altos, obra reclamada por los industriales desde la década de los ochenta, también fue borrada del presupuesto desde 2016. Se requería una inversión de 11 mil 593 millones.

Uno de los casos más emblemáticos, que cumple otro sexenio más sin concretarse, es la presa El Zapotillo. El proyecto inició en 2006 y debía concluirse en 2017. Con una inversión de 16 mil 161.7 millones de pesos, está atorado judicialmente.
De las ocho obras que prometen terminar en este año destaca el Tren Ligero, pero sólo estarían los dos viaductos y no el subterráneo. También la modernización de la Carretera Federal 200, en el tramo El Tuito-Melaque, y la ampliación del tramo Guadalajara-Colima. En las tres no hay una garantía de que se culminen los proyectos integralmente en esta administración.

Entre las nueve obras que sí concluyeron en esta gestión federal figuran el tramo Villa de Reyes-Aguascalientes-Guadalajara, con una inversión de siete mil 159.5 millones de pesos, así como el Macrolibramiento de Guadalajara, con cinco mil 720.3 millones, y el tramo Tula-Villa de Reyes, con cinco mil 418 millones de pesos.

A medias, Programa Nacional  de Infraestructura en Jalisco

De las 23 obras prometidas para Jalisco en el Programa Nacional de Infraestructura (PNI), se han entregado apenas nueve a lo largo del sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto. 

Se trata del Macrolibramiento, el proyecto de convivencia urbana en Juan Palomar, la ampliación del tramo carretero Encarnación de Díaz-San Juan de los Lagos, dos gasoductos, el tramo entronque Ameca-Tequila, un libramiento en Puerto Vallarta, la ampliación de la carretera León-Lagos de Moreno, así como la rehabilitación de centro histórico de Puerto Vallarta.

El Macrolibramiento se entregaría en diciembre de 2016. Luego se dijo que quedaría listo entre julio y septiembre de 2017. Cuando se cumplió esa fecha, se volvió a retrasar la entrega hasta octubre. Ese plazo tampoco se cumpliría, pues la obra se inauguró en enero de 2018. Aunque según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes la obra sí concluyó en octubre.

Fueron varios factores que retrasaron este proyecto, que inició en 2012, siendo el más relevante los amparos promovidos por ejidatarios que sumaron 50 litigios contra la construcción de la vía. 

Por su parte, la obra de convivencia urbana de Juan Palomar se entregó en junio de 2013, la ampliación del tramo carretero Encarnación de Díaz-San Juan se entregó en julio de 2014, la ampliación de la carretera León-Lagos en marzo de 2015, el libramiento de Puerto Vallarta en octubre de 2017, los gasoductos se concluyeron en enero de este año y el tramo entronque en abril pasado.

Pendiente, Carretera Federal 200

La obra para modernizar la Carretera Federal 200 en el tramo El Tuito-Melaque fue inaugurada por el Presidente Enrique Peña Nieto en marzo de 2018. Sin embargo, el mandatario cortó el listón sólo de la primera etapa, pero con un año de retraso.

De acuerdo con el Balance de Obras de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) actualizado a mayo, los trabajos en la vía debían terminarse en su totalidad en diciembre de 2016. Lo inaugurado en marzo fue una ampliación de siete a 12 metros de ancho de corona a lo largo de 72 kilómetros. Se construyeron 15 puentes y dos entronques a nivel. La inversión total fue de mil 70 millones de pesos.

“Este año y antes de que termine la administración, construiremos 38.4 kilómetros más para lograr un total de 110 kilómetros renovados y modernizados. Para ello destinarán una bolsa de 356 millones de pesos”, señala la dependencia federal.

La inversión inicial proyectada en el PNI era de tres mil 135 millones de pesos.

Otro sexenio sin nuevas fuentes de abasto de agua

Las obras para garantizar el abasto de agua a los jaliscienses pasarán otro sexenio sin concretarse. Tanto la Presa El Zapotillo como el Sistema Arcediano-Purgatorio están lejos de terminarse.
Mientras El Zapotillo está empantanado en juicios y amparos, no tiene apoyo del Gobierno federal entrante y fue declarado inviable por Banobras. Por su parte el Sistema Arcediano-Purgatorio (la presa derivadora) tiene al menos dos años de retraso porque la empresa constructora Isolux se declaró insolvente.

Según el Programa Nacional de Infraestructura (PNI), El Zapotillo se concluiría en el 2017, con una inversión de 16 mil 161.7 millones de pesos, mientras que Arcediano-Purgatorio originalmente contemplaba recursos por seis mil 788 millones de pesos, pero estos podrían ascender a ocho mil.
El Zapotillo comenzó a gestarse desde 1995 como una solución para abastecer la demanda de agua en el Bajío. En 2006 se firmó el Convenio de Coordinación entre la Federación y el Gobierno del Estado de Guanajuato para la construcción de la Presa y el Acueducto Zapotillo-León y un año más tarde se firmó un acuerdo de entendimiento a petición de Jalisco para incrementar la cortina de 80 a 105 metros para abastecer también a Guadalajara. Hoy la presa está atorada en 80 metros.

El Purgatorio también tiene un historial de tropiezos. La construcción de la entonces Presa de Arcediano inició en el 2000, pero se canceló en 2009 ante la inviabilidad del proyecto por la contaminación del Río Santiago y una falla geológica en la Barranca de Huentitán que hacía muy costosa. En ese mismo año se presentó el nuevo proyecto del Sistema Purgatorio Arcediano.

Es en el 2011 que se aprueba redirigir un crédito por mil 600 millones de pesos para la presa   derivadora de El Purgatorio. Las obras arrancan en junio de 2013 encabezadas por la empresa española Isolux. Sin embargo, estas quedan completamente detenidas en julio del 2015, cuando llevaban un avance del 49% de la primera etapa porque la constructora se declaró insolvente y entró a un concurso de acreedores. Es hasta 2017 cuando se lanza una nueva licitación de la cual resultan ganadoras Infraestructura San Miguel, junto con Construcciones y Carreteras y Maquiobras. 

Los trabajos se retomaron el 25 de septiembre tras dos años en pausa. Según la Comisión Estatal del Agua (CEA), a mediados de 2019 se concluirá con la obra.

Prometen finalizar cinco obras este año

Durante el último año de la administración de Enrique Peña Nieto se concluirán cinco obras federales contempladas en el Programa Nacional de Infraestructura (PNI).

El documento indica que se concluiría la construcción de la terminal portuaria de pasajeros de Puerto Vallarta y la ampliación de la autopista Guadalajara-Colima. Ésta última debía terminarse en marzo, según autoridades federales.

La ampliación carretera se realiza en un tramo de 16.5 kilómetros, comprende la construcción de un segundo carril y la edificación de una serie de puentes. De este modo, la vialidad sería de cuatro carriles hasta Manzanillo. La inversión inicial era de mil 907 millones de pesos.

La terminal portuaria de pasajeros de Puerto Vallarta es un compromiso del Gobierno de Peña Nieto. Cuenta con una bolsa de recursos por 702 millones de pesos.

Dos de las obras más emblemáticas que se entregarán en el último año de la administración son la Línea 3 del Tren Ligero y el Hospital Geriátrico, ambas en la Zona Metropolitana de Guadalajara.

La Línea 3 debía concluir en julio de este año. Sin embargo, no hay fecha para terminar los trabajos de construcción, sólo han señalado que deben acabar antes de que finalice el sexenio. Pero solamente los Viaductos 1 y 2 entrarán en funciones noviembre este año y la parte subterránea seguirá en pruebas. Si bien contaba con un presupuesto inicial de 17 mil 192 millones de pesos, el gasto ya superó los 25 mil millones.

Finalmente, el Hospital Geriátrico que actualmente se construye junto al Hospital General de Occidente, en Zapopan, quedará listo en septiembre de este año. La inversión inicial proyectada en el PNI era de 198 millones de pesos, pero esta ya se disparó a más de 300 millones.

TELÓN DE FONDO
Recortes afectan inversión

El desplome en los precios del petróleo, la desaceleración de la economía mundial y la inestabilidad política internacional provocaron una gran presión a la economía mexicana, que obligó al Gobierno federal a disminuir el presupuesto en varias ocasiones durante el sexenio afectando programas sociales, políticas públicas y obras.

Durante 2015, el gasto federal se ajustó a la baja en tres ocasiones. En enero de ese año disminuyó 124 mil 300 millones de pesos; tres meses después, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ya preveía un recorte de 135 mil millones de pesos, con base en una perspectiva de Presupuesto Base Cero, que se comenzó a plantear desde 2015. En septiembre presentó una propuesta de ajuste por 221 mil millones de pesos.

En Jalisco, la disminución obligó al Gobierno del Estado a ser prudente en los gastos. Se tomaron previsiones como ahorrar los recursos que no se gastaron cada mes en las dependencias estatales y a la mayoría de los Organismos Públicos Descentralizados (OPD) se les suministró su presupuesto dividido en 13 meses y no en 12. 

Mientras que en 2016, la incertidumbre provocada por el Brexit y la volatilidad del dólar obligaron al Gobierno federal a hacer más recortes. En febrero, el Ejecutivo anunció una poda al presupuesto por 132.3 mil millones de pesos. Cuatro meses después, en junio, se realizó otro corte de 31 mil 715 millones de pesos para blindar la economía y mantener las metas fiscales ante la salida de Reino Unido de la Unión Europea.

Durante ese año, Jalisco dejó de recibir 906 millones de pesos de recursos federales, de los cuales 400 millones fueron restados al Seguro Popular y los 506 restantes de otras dependencias.

En 2017, el aumento a las gasolinas y el triunfo de Donald Trump desaceleraron aún más a la economía mexicana. El año arrancó con un recorte de 239.7 mil millones de pesos que obligó a todas las dependencias federales a “ajustarse los pantalones”. En la Entidad, esta disminución afectó especialmente al presupuesto del Fondo Metropolitano, que sufrió una rasurada del 70 por ciento.

Por su parte, en 2018, los diputados aprobaron un aumento de 43 mil millones de pesos al gasto. Sin embargo, en Jalisco 16 proyectos se cancelaron por la falta de recursos federales entre los que destacan la extensión de la Línea 2 del Tren Ligero y la construcción de infraestructura para la conexión vial de transporte público con el Tren Ligero.

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