Revelan contaminación fuera de norma en agua potable de ZMG
Las familias de la ZMG muchas veces sobrepasan los niveles de cloro en sus tinacos, y algunas incluso todavía almacenan su agua en recipientes de asbesto
El agua potable de las cisternas y tinacos en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) contiene más cloro del que está permitido. Esto, fuera de ser propiciado por el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), es alentado por las familias de los hogares.
El estudio “Bacterial Contamination of Drinking Water in Guadalajara, Mexico”, elaborado por investigadores de la Universidad de California y del Instituto de Investigaciones Tecnológicas del Agua, Guadalajara, se realizó con la finalidad de conocer los niveles de bacterias en el agua potable de la ZMG en julio de 2018.
Para saber los niveles de cloro, se analizaron 51 hogares y resultó que sólo 35% tiene el nivel permitido por la Norma Oficial Mexicana (NOM) que establece los “límites permisibles de calidad y tratamientos a los que debe someterse el agua para su potabilización”.
El mismo estudio reveló que, de 10 hogares analizados para la muestra de bacterias coliformes, la mitad presentó niveles excedentes. En la metrópoli, además, persisten las cisternas hechas de asbesto, sobre todo en las zonas más viejas de la ciudad, lo que aumenta la capacidad de recepción de estos microorganismos.
“El asbesto está en la lista negra de los materiales, se recomienda mejor concreto o plástico. Incluso mampostería, pero que las esquinas sean redondas para evitar la acumulación de bacterias”, acentuó el estudio.
Estas condiciones ponen en riesgo la salud gastrointestinal, ya que se trata del agua utilizada para lavar frutas, verduras y trastes sucios.
“Se aconseja que se lave la cisterna una vez al año y usar cloro para esto. Entonces, la gente agrega la sustancia por cuenta propia y no el SIAPA”, comentó Francisco Álvarez, académico del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).
La omisión a estos consejos puede causar enfermedades como diarrea. La cólera, fiebre tifoidea, disentería, poliomielitis, hepatitis y salmonelosis también pueden presentarse cuando la cantidad ingerida es excesiva.