Jalisco

Proyectan duplicar ayuda a pobres alimentarios

En busca de donadores, el Banco Diocesano de Alimentos “cocina” nuevos espacios para atender a más de 200 mil personas vulnerables

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Las instalaciones del Banco Diocesano de Alimentos en la Colonia Morelos ya son insuficientes para la logística que se requiere para satisfacer la demanda de la población vulnerable en la metrópoli. Por tal razón proyectan construir un nuevo espacio para el que se necesitan 240 millones de pesos, revela su director, Héctor Ferreiro Díaz.

“Atendemos aproximadamente entre 105 mil y 110 mil personas de manera mensual. En Jalisco sabemos que hay un millón 300 mil personas en carencia alimentaria, pero nosotros no atendemos todavía el 10 por ciento. Con nuevos proyectos, queremos llegar a cuando menos un 20 por ciento”.

El nuevo espacio es necesario para distribuir adecuadamente el flujo del trabajo, pues en el actual tuvieron que adaptarse a las bodegas. “Son cinco mil metros cuadrados, pero las instalaciones están mal distribuidas, no son apropiadas para un Banco de Alimentos; no hay un flujo continuo”.

En cambio, el nuevo proyecto se construiría con base en el manejo necesario para cada alimento que reciban. Y una mayor higiene. “Es alimento y, como tal, necesitamos funcionar como una empresa inocua. Estas instalaciones no están herméticamente selladas, tenemos contaminación de aves, fauna nociva alrededor… por eso la necesidad de construir un nuevo banco”.

Con donativos conseguidos por los consejeros, se hicieron de un terreno de siete mil 500 metros cuadrados a un costo muy bajo: 14 millones de pesos. Sobre éste ya se diseñó el acomodo arquitectónico que sea apto a sus necesidades. “Hicimos el proyecto ejecutivo y es un banco muy moderno para la operación que necesitamos, con maquinaria de lavadoras de fruta, verdura, seleccionadoras, cámaras de refrigeración adecuadas, de congelación, de maduración para la fruta que viene verde y ese tipo es el que queremos construir”.

Con el apoyo de la población, Ferreiro anticipa que contará con cuatro procesadoras de alimentos a las que se derivarán los productos que ya no tienen buenas condiciones. Así podrán fabricar purés, jugos y salmueras.

Actualmente presentan el proyecto a los donadores, que pueden apoyar también en especie. Si alguien les da una cámara de refrigeración la “bautizarían” con su nombre. “Estamos buscando los donativos y creemos que, en un lapso de dos años, debemos estar construyendo nuestro banco”.

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