Ponen postes para C5 y dañan banquetas
Rampas y guías podotáctiles son afectadas por la instalación de infraestructura para videovigilancia; a dos semanas de su montaje, los daños causados no han sido resarcidos
La colocación de nuevos postes de equipo de videovigilancia en algunos cruceros de la zona Centro de Guadalajara ha generado daños en las banquetas con accesibilidad universal que se habilitaron durante la pasada administración municipal.
En Santa Mónica, en sus cruces con Reforma, Garibaldi y Angulo, las obras de ampliación de la red de cámaras implicaron el retiro de algunos bolardos y daños a las guías podotáctiles colocadas para apoyar a personas con discapacidad visual.
Vecinos y comerciantes de la zona señalaron que los trabajos se realizaron hace más de dos semanas y las afectaciones a las banquetas no han sido atendidas. En puntos como el cruce de Santa Mónica y Angulo el daño a la acera impide la circulación de personas en silla de ruedas que tendrían que bajarse al arroyo vehicular.
El 30 de julio, durante la visita del gobernador Aristóteles Sandoval a las instalaciones del Escudo Urbano C5 en El Palomar, se informó que el proyecto lleva 80% de avance y que la infraestructura tecnológica debe quedar lista en septiembre.
Actualmente están en operación dos mil cámaras y se instalarán cuatro mil 700 más, en toda el Área Metropolitana de Guadalajara, para dar información al Escudo Urbano de seguridad C5.
El 23 de octubre de 2017, este medio de comunicación publicó que para una persona con discapacidad, sobre todo visual o motora, no existe manera para andar por las calles del Centro de ciudad. En un recorrido realizado con integrantes de la Organización de Invidentes Unidos de Jalisco A.C., se encontraron banquetas en mal estado, rampas sin continuidad en la siguiente acera, registros de luz y agua que sobresalen de las fachadas de las casas, postes, parquímetros, basura, hoyos y coches que invaden las banquetas.
A todas esas dificultades se sumaron las obras de la Línea 3 del Tren Ligero, Paseo Alcalde y la repavimentación de Manuel Acuña.
“Las calles están para llorar, donde quiera están rotas, hay agujeros y no se respetan los pasos peatonales”, dijo en ese entonces el presidente de la organización, José Rodríguez Ramírez.