Jalisco

Nunca habíamos vivido algo así: comerciantes en Tapalpa

Los comerciantes dijeron que jamás se les dio la orden o se les hizo la invitación a no abrir sus negocios y que quienes lo hicieron fue por decisión propia

El silencio en la plaza, los locales cerrados y las banquetas vacías podrían parecer una estampa normal en un pueblo como Tapalpa, donde la vida entre semana transcurre con tranquilidad, sin embargo, es una imagen totalmente atípica para un fin de semana, particularmente un sábado por la tarde, pero fue justamente eso lo que se vivió en el municipio de Jalisco luego del operativo donde las fuerzas federales capturaron a un mando del Cartel Nueva Generación. 

Lugares que durante los fines de semana se llenan de turistas, como lo son Las Piedrotas, lucieron desolados. Las largas filas de autos para ingresar al centro del pueblo fueron remplazadas por vehículos que decidieron salir del municipio entre los elementos del ejército que resguardaban la entrada al pueblo y que le pedían calma a la población, asegurándoles que no había necesidad de salir y que el lugar no estaba cerrado. 

En la plaza todo permanecía en silencio que únicamente se rompía con los helicópteros que sobrevolaban la zona. Los pocos comerciantes que decidieron abrir sus negocios, como farmacias, tiendas de abarrotes o puestos de alimentos recibían a los también escasos visitantes que decidieron salir y disfrutar del sábado a pesar de las circunstancias. 

“Yo abrí porque llegué antes de que empezara todo y la verdad es que nadie nos dijo nada. Vi que el hotel (que se encuentra junto a su puesto) estaba abierto y pensé ‘pues si pasa algo me meto ahí’, pero aquí todo ha estado tranquilo y fue en una parte medio retirada (del centro) aunque sí se escuchó medio feo. Nunca nos había pasado nada así por aquí entonces no sabía qué hacer, pero cuando vi que nadie más se puso (de los otros puestos) decidí quedarme”, admitió una de las comerciantes mientras atendía su negocio. 

Por su parte, uno de los vendedores de alimentos confesó que al inicio pensó que el ruido era parte de los trabajos de reconstrucción de las calles cercanas al centro: 

“Yo pensé que eran los trabajadores con martillos o taladros, ya hasta después que vi bien sola la plaza me di cuenta de que era otra cosa, pero, pues, ya habíamos abierto y mañana igual seguro trabajaremos”. 

Uno de los momentos más tensos se vivió cuando un par de camionetas del ejército se estacionaron en la plaza y bajaron elementos armados, por lo que algunas de las personas que se encontraban en el lugar decidieron abandonarlo. Pero fueron los propios miembros del ejército quienes aseguraron a la población que todo estaba tranquilo y que podían permanecer en la zona y sus alrededores. 

A pesar de lo sucedido, los comerciantes dijeron que jamás se les dio la orden o se les hizo la invitación a no abrir sus negocios y que quienes lo hicieron fue por decisión propia, aunque confían que el día de mañana Tapalpa regresará a la calma que conocen.

YC

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