Mitad de conductores de transporte, en riesgo de sufrir infarto
Según estudio de la UdeG, el 85% de los evaluados presentan sobrepeso y obesidad
De los 122 conductores de autobús del transporte público y 89 del transporte privado que se analizaron, seis de cada 10 tienen presión alta y 46% tiene riesgo de moderado a alto de sufrir un infarto o enfermedades del corazón.
Esto, de acuerdo con el estudio “Riesgo cardiovascular en conductores de autobús del Área Metropolitana de Guadalajara” de Hiram Novelo, académico del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Además, otro de los resultados que destacan es que 85% presentaron sobrepeso y obesidad.
Por su parte, Mercedes Gabriela Orozco, también académica del CUCS, señaló que la mala alimentación aunada al estrés que padecen los conductores y la falta de descanso y cuidado de la salud, son factores de riesgo que ponen en riesgo no solo su vida, sino la de los pasajeros y quienes se encuentren a su alrededor.
Orozco, quien es autora de “Representaciones sociales del autocuidado de la salud en el trabajo de conductores de autobús urbano de Guadalajara”, indicó que recomienda intervenir en las condiciones de trabajo, brindar capacitaciones para el manejo de factores psicosociales y promover espacios que favorezcan el autocuidado.
Novelo agregó que en su estudio encontró que los conductores más jóvenes son más propensos a consumir sustancias como drogas o alcohol.
Estos resultados fueron entregados al líder sindical de la ruta analizada y a los mismos participantes: “(El estudio) sirve para crear conciencia del problema que viven, especialmente los conductores de transporte público. Algunos líderes sindicales quieren implementar medidas pero no saben cómo empezar o creen que va a implicar un gasto mayor”, explicó el académico.
Para resolver esto, opinó que se debe pensar más en que los estudiantes de ciencias de la salud prácticas sus prácticas a estos campos, pues no les generaría ningún costo a los transportistas, que es su principal preocupación.
Orozco detalló que homologar las condiciones laborales así como reconocer los factores psicosociales (como estrés) a los que están expuestos y brindarles herramientas para combatirlos, también son opciones para ayudar a los choferes.
OA