Jalisco

Lluvias causan 13 desastres naturales cada año en Jalisco

La mayoría de los desastres ocuerren fuera de la metropoli pero las perdidas económicas y humanas son significativas 

El pasado 2 de junio, alrededor de las 17:30 horas se reportó que el Río Apango, también conocido como Salsipuedes, se desbordó. Miles de litros de lodo y ramas cubrieron el Centro de San Gabriel y afectaron mil viviendas. Por este desastre natural, cinco personas perdieron la vida y una más sigue sin ser localizada.

En los últimos 10 años, el Gobierno federal emitió 134 declaratorias de desastre natural para Jalisco debido a fenómenos hidrometeorológicos como lluvias, tormentas severas, ciclones tropicales e inundaciones. Esto representa un promedio de 13 por año.

Del total de declaratorias, sólo 10 corresponden a la metrópoli. Esto de acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) de la Coordinación Nacional de Protección Civil, dependencia que también tiene registradas 248 declaratorias de emergencia para la Entidad relacionadas con el mismo tipo de fenómenos naturales: 24 por año, en promedio.

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En ocho años, desastres naturales cobran 21 víctimas en el Estado

Por el desbordamiento del Río Apango, registrado el mes pasado en el municipio de San Gabriel, cinco personas perdieron la vida. El lodo y las ramas alcanzaron a los ciudadanos y éstos se ahogaron. Además, una persona fue arrastrada por la corriente y hasta el momento sigue reportada como desaparecida.

Ellas fueron las víctimas más recientes que cobraron los desastres naturales que han azotado en la Entidad en ocho años, en donde seis meteoros han acabado con la vida de 21 jaliscienses.  

De acuerdo con un registro hemerográfico e información del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), los primeros cinco decesos se registraron en octubre de 2011 tras el paso del huracán “Jova”, que golpeó fuertemente la costa Sur de Jalisco.

El fenómeno afectó principalmente a los municipios de La Huerta, Autlán de Navarro, Cuautitlán de García Barragán, Tomatlán y Villa Purificación, y no sólo con un saldo rojo a cuestas, pues también afectó miles de hectáreas de platanares y fracturó las carreteras de la Costalegre.

En septiembre de 2013, las tormentas “Ingrid” y “Manuel” (que posteriormente se convirtieron en huracán) arrebataron la vida a dos personas. Un año después, en septiembre de 2014, el meteoro “Odile” cobró dos vidas más en Puerto Vallarta. Las víctimas caminaban por la playa y fueron arrastradas por el alto oleaje que produjo la tormenta.

En junio de 2015 el huracán “Carlos” mató a una persona. Las lluvias que generó durante su paso por la Entidad reblandecieron una barda y ésta desplomó sobre un peatón.

Cuatro meses después, “Patricia” golpeó las costas de la Entidad con ráfagas de viento de hasta 300 kilómetros por hora. Ese fenómeno dejó un saldo de seis fallecidos: cuatro en un accidente carretero y dos más a quienes les cayó la rama de un árbol cuando acampaban en el municipio de Tapalpa.

Reparación cuesta a México el equivalente a 18 líneas 3

Subsanar la devastación que dejaron los desastres naturales que han azotado a México en los últimos 10 años costó 547 mil 467 millones de pesos, de acuerdo con cifras del Cenapred, lo que equivale a pagar 18 veces la Línea 3 del Tren Ligero (30 mil 418 millones). La cifra es tan alta que incluso cubre siete veces el proyecto del aeropuerto de Santa Lucía (79 mil 300 millones).

El año más catastrófico para el país fue 2010, cuando se erogaron 138 mil 948 millones de pesos tras el paso del ciclón tropical “Álex”, que golpeó fuertemente los estados de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, así como de los ciclones tropicales “Karl” y “Matthew”, que afectaron al Estado de Veracruz.

De manera simultánea, Tabasco, Chiapas, Guerrero y Oaxaca enfrentaron el paso del huracán “Frank”. Estos hechos dejaron más de medio millón de damnificados.

Además de la afectación causada por estos fenómenos relacionados con lluvias, en abril de ese año se registró un sismo de 7.2 grados en Mexicali, Baja California, mismo que dejó cuatro muertos y afectaciones en más de cinco mil viviendas.

Declaratorias para salir de la contingencia 

  • Fonden: Las declaratorias de emergencia o desastre natural son necesarias para que los estados accedan a los recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) para reparar los daños, ya sea de manera económica o en especie.
  • Propósito: De acuerdo con el Cenapred, las declaratorias de emergencia están dirigidas a la atención de la vida y la salud de la población, mientras que las de desastre tienen por objeto proporcionar recursos para la reconstrucción de los daños sufridos en viviendas e infraestructura pública.
  • Recursos: Según la Ley de Egresos para el Ejercicio Fiscal 2019, Jalisco destinó 58 millones 462 mil pesos para el Fondo Estatal de Desastres Naturales, con la finalidad de hacer frente a los estragos que pudiera traer algún evento de ese tipo.

¿Qué es una declaratoria de emergencia?

Es el reconocimiento, por parte de la Secretaría de Gobernación (Segob), de que hay una alta probabilidad de que se presente un fenómeno natural que provoque un riesgo excesivo para la seguridad e integridad de la población. 

¿Qué es una declaratoria de desastre natural?

De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), es el reconocimiento público de la Segob de que ha ocurrido un fenómeno natural que ha causado daños tanto a la vivienda como a los servicios e infraestructura pública. 

La limpia de granizo, en tiempo récord

El 30 de junio, una fuerte lluvia y granizada azotó la metrópoli. Las afectaciones llegaron a 457 viviendas y 50 vehículos que quedaron varados, entre ellos cinco de carga.

En 36 horas, 950 elementos de los tres niveles de Gobierno concluyeron los trabajos de limpieza de ocho colonias de Guadalajara y Tlaquepaque, cuando esa tarea pudo demorar hasta 10 días, afirmó el titular de la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos Jalisco (UEPCBJ), Víctor Hugo Roldán.

Lo anterior fue el resultado de una coordinación estrecha con las unidades municipales de Protección Civil y Bomberos que se puso en marcha desde que inició el año.

La importancia de esta coordinación, resaltó, consiste en que los cuerpos de bomberos saben cómo y con quién actuar en caso de alguna contingencia, e incluso asistir a municipios cercanos.

Un ejemplo de esto fue el mismo día de la intensa granizada, cuando a la zona afectada acudieron bomberos de Zapopan, Acatlán y Tlajomulco, e incluso se sumó personal del SIAPA y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

“La  coordinación es vital para la toma de decisiones y dar resultados”, concluyó.

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