Lleva su marcador a la casilla; la tinta en su dedo apenas se ve
"El señor que me la colocó me puso muy poca, debió ser eso", comenta el ciudadano
Luis Antonio asistió a votar a la casilla que le correspondía en la colonia Constitución, del municipio de Zapopan. Aseguró que llevó su propio marcador porque ha visto mucha información en redes sociales acerca de la posibilidad de que los marcadores que proporciona el Instituto Nacional Electoral (INE) para marcar las boletas puedan ser borrados y prefirió no arriesgar. Lo que nunca imaginó es que la marca de la tinta de su dedo pulgar sería la que desaparecería.
Llegó a la casilla y rápidamente tuvo acceso a recoger sus boletas. “No hubo mucha gente, ¡Qué bueno! Me imaginé que iba a tardar más, pero no fue así. Todo estuvo muy rápido”, comentó.
Tomó su marcador y se dispuso a dejar muy claro quiénes eran los elegidos para representarlo en todos los niveles de gobierno. Al finalizar, y luego de colocar sus boletas en las urnas correspondientes, se dirigió a la mesa para recoger su credencial de elector y uno de los funcionarios de casilla le tomó el dedo pulgar de su mano derecha para marcarlo con la tinta indeleble del INE.
Al salir, tuvo que esperar a un familiar que aún no emitía su voto. Ahí es cuando notó que la marca en su dedo era apenas visible. “El señor que me la colocó me puso muy poca, debió ser eso”. Consultado horas más tarde, luego de que se retirara del lugar para comer, la marca era casi imperceptible.
Según información difundida en medios de comunicación, la tinta indeleble que usa el INE para estas elecciones no es tóxica, tarda unos 15 segundos en secar aproximadamente, y de acuerdo a la química de la piel de quien haya sido marcado, tarda de dos a tres días en borrarse.
Luis Antonio salió seguro que de que las marcas en sus boletas no serán borradas, pero con apenas una leve sombra en su dedo pulgar que comprueba que participó en los comicios electorales de este año.
OA