Jalisco

Leticia Hermosillo Ravelero, sacrificios y sueños

La empresaria ha dignificado el papel de las mujeres, con el ejemplar liderazgo en compañías tequilera

Leticia Hermosillo Ravelero creció entre los campos de agave y las fábricas de tequila.

Conjuntamente con su esposo Gildardo Partida comenzaron a plantar agave para la industria tequilera en el valle de Amatitán, Jalisco.

En 1999 fundaron la empresa Puerta de Hierro, creadora de Tequila Cava de Oro, una compañía que se ha distinguido por la calidad de sus productos. Reconoce que no ha sido fácil llegar al mercado, pero gracias a la calidad y entregando un buen producto se han abierto las puertas en México y en el extranjero.

“¿Cómo llegar al mercado siempre con la mejor calidad? Haciendo degustaciones, participando en misiones comerciales y dando a conocer el producto y estar a la vanguardia”, dice la empresaria. Actualmente Cava de Oro exporta más del 90 por ciento de su producción a países como Estados Unidos, Canadá, Alemania, Japón y Reino Unido.

Entre los planes que tiene para la empresa está seguir creciendo en el país, cubrir los mercados internacionales actuales, y llegar a nuevos destinos. Este año la empresa espera registrar un crecimiento del 15% en comparación con el 2021.

“Tenemos todo para cumplir este año con los contratos nacionales e internacionales.  Es un buen año y lo vamos a cerrar mejor, y el próximo año será de más crecimiento para nosotros”. Con 23 años de operaciones, Tequila Cava de Oro cuenta con 110 empleados y produce alrededor de 500 mil litros de tequila al año.

Para la empresaria, la clave del éxito es la calidad de su producto y hacer las cosas bien.

“La filosofía de nosotros es: hacer todo bien. Las cosas se deben hacer bien desde el inicio, y así todo se termina bien. Todos los años se ha trabajado picando piedra, no ha sido fácil, lo hemos realizado lentamente, pero muy estable”.

Fortalecer el campo es una de las prioridades de la empresa. Este año prevén plantar 200 hectáreas para garantizar el abastecimiento de su materia prima.

“Tenemos la producción garantizada. La planeación de los agaves es muy importante porque eso te garantiza no quedar mal a los clientes que tenemos,  por eso es el proyecto de plantar 200 hectáreas por año para poder alcanzar el crecimiento de un 15 por ciento anual”, dijo.

La segunda generación ya está incorporada a la operación de Cava de Oro.

“Todos mis hijos están involucrados en la empresa, a todos les gustó lo mismo que a nosotros y son los encargados en los puntos más finos y delicados como es la producción, el envasado y la comercialización”, precisó.

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