Jalisco

Julio Alberto Ramos de la Mora, un médico disruptivo

Apuesta a una sonrisa y a la empatía para enfrentar a las enfermedades que desgastan a pacientes y familias

La enfermedad renal es silenciosa, sumamente cara de tratar y emocionalmente muy desgastante, por lo que Julio Alberto Ramos de la Mora, el Dr. Riñón, cree que la diferencia la hace la forma en que se aborde la medicina. “Mi secreto está en la empatía con la que me aseguro de recibir a mis pacientes, de regalar sonrisas cada vez que alguien se presenta en la puerta de mi consultorio”. Asegura que nunca se cansará de decir que la esperanza es la forma de mover el mundo, que la manera de salir a cualquier dificultad es la fe: “Sé que mientras yo proyecte eso, yo estaré cumpliendo con mi parte como persona y como médico”.

Su proyecto personal y como nefrólogo se ha enfocado en ayudar a los pacientes a mejorar a partir del cambio de actitud hacia la vida. Por supuesto, también impulsando los cambios de hábitos, que muchas veces pueden evitar complicaciones de salud.

La meta del Centro del Riñón Guadalajara y la suya es ayudar a enfrentar una enfermedad tan dura y triste como lo es un padecimiento renal. Y hacerlo de la forma menos agotadora y desgastante posible.

El principal reto al que se enfrenta el mundo en temas de salud renal es el aumento en casos, el número de pacientes renales a nivel nacional e internacional se ha elevado de forma desmedida. Actualmente Julio considera que la manera de ayudar es a través de la educación. Por eso es que surgieron las ideas de tener participaciones en TV y radio.

“Creo firmemente que, si la gente estuviera más informada, la prevención sería el factor más importante para estar bien”.

Se siente sumamente agradecido con la gente y las instituciones que han creído en un proyecto que inició en su cabeza y que se ha materializado gracias al Hospital Country 2000 que ha respaldado de forma incondicional sus ideas, como Torre Urbana Radio y el programa televisivo Torre Médica que dirige junto con su esposa, la Dra. Anahí Camacho y reconoce en ella una plataforma sumamente importante para catapultarse y corroborar que para alcanzar el éxito es necesario compartir el equilibrio en casa, en el trabajo y en la vida con la persona correcta.

Las condiciones de las enfermedades renales siempre son muy crudas. De las partes más complicadas que le ha tocado vivir es ver el proceso tan doloroso que enfrentan los pacientes y sus familiares y en donde la parte emocional está muy abandonada. “Yo inicié mi carrera en la especialidad de nefrología en el Hospital Civil, llegué a tener hasta 42 ingresos en una noche y si bien la parte económica era complicada para los pacientes, la parte emocional llegaba a romper irreparablemente todo lo que ya ocurría”.

Asegura el Dr. Riñón que los médicos sólo se han enfocado en recetar medicamentos, pero han olvidado que los pacientes son personas y no sólo cuerpos que sanar. Para él fue imperante comenzar a incluir en la consulta diaria una dosis de emoción, de empatía, de afecto, hasta de chistes para que los seres humanos que hay en los pacientes se den cuenta de que también son más que una enfermedad. “Y eventualmente he buscado formar un equipo que se suba a un barco poco común que ayude a mejorar la calidad de vida de la población”.

“Lo que me ha ayudado a salir adelante son mi carácter impaciente, creativo, mi cabeza que siempre está generando nuevas ideas y me obliga a trabajar en proyectos que a veces surgen de la nada”.

Emite un mensaje a las nuevas generaciones: “Que cuiden su cuerpo y su mente. Que esta es la única oportunidad que tienen para vivir y que más vale hacerlo en un cuerpo sano. Que la actitud, la fe y la esperanza son todo”.

Hace 12 años se convirtió en el Doctor Riñón, director del Centro del Riñón Guadalajara.

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