Juez revoca prisión preventiva a Miguel Castro
La esposa del ex candidato a la gubernatura argumentó al juez que ella fue quien sugirió salir de su casa para ver un partido de beisbol
Tras considerar que “se dejaban de lado los derechos de la niñez”, el juez Paulo Dávalos revocó la prisión preventiva que impuso una semana atrás al ex candidato a la gubernatura, Miguel Castro Reynoso, para volver al resguardo domiciliario tres meses, a partir del día en el que se le ordenó la prisión.
Durante la audiencia de revisión de medidas cautelares, el juzgador dijo que surgió un “factor preponderante” basado en el interés superior de la niñez, en donde todas las decisiones deben privilegiar sus derechos. “Este factor viene a modificar, de manera objetiva, la medida de la prisión preventiva justificada”.
Para llegar a esta decisión, la defensa de Miguel Castro mandó a llamar como testigo a la esposa del también exsecretario de Desarrollo e Integración Social.
Ella declaró que fue con su marido y sus dos hijas, ambas menores de edad, a ver un partido de beisbol porque ella se lo pidió, pues “se hallaban bajo mucho estrés” desde que al exfuncionario lo vincularon a proceso por el señalamiento de uso indebido de atribuciones y facultades.
Por eso acudieron a un partido el 17 de diciembre, día en el que, recordó, sus hijas también le comentaron que se sentían mal anímicamente debido a que sufren acoso escolar desde que pasan por esta situación.
Explicó que anteriormente salían a pasear en familia cuando todos terminaban su jornada, pero eso cambió tras el resguardo. Incluso llegó a pensar que Castro se había deprimido al grado de presentar problemas de salud mental. Tras el partido, afirmó, sus hijas y su marido recuperaron el buen ánimo.
El Ministerio Público cuestionó a la mujer si sabía que su marido debía estar bajo resguardo domiciliario. Ella le respondió que no comprendía el significado de esa medida.
Tras valorar los argumentos, el juez ordenó el resguardo domiciliario. Miguel Castro sólo podrá salir de su hogar por motivos de trabajo, salud o cualquier otra “situación especial”, misma que deberá ser notificada al juzgado a fin de que no vuelva a incurrir en desacato.
Tras abandonar la sala, Castro abrazó a su familia. Afuera del edificio, reiteró que fue al estadio porque sus hijas tenían derecho a un momento de recreación y aseguró que acudirá al juzgado cuando se lo pidan. “Seguiré atendiendo el llamado de las autoridades porque de algo estoy convencido: esta es una injusticia y yo soy inocente de lo que se me acusa”.