Jalisco

Jorge Panduro, construir en épocas adversas

Aprender de la adversidad ha sido clave para que JAPP Arquitectura construya paso a paso un sólido camino en el competitivo sector de la construcción en la entidad 

La arquitectura no sólo es capaz de construir sueños, también remodelar el futuro de las personas. Esa misión la tiene muy clara Jorge Alberto Panduro, quien a través de su firma JAPP Arquitectura hace sinergia con trabajos especializados en interiorismo, capaz de intervenir cualquier fase de un proyecto, obra o incluso remodelación pues para él no hay proyectos pequeños, cada uno cuenta.

Todo es posible en su estudio. Levantar los planos y la obra de un terreno para transformarlo en una casa, un edificio o locales comerciales; así como renovar la vivienda familiar o simplemente cambiar el ambiente de un espacio puntual, y entonces comienza el desarrollo en conjunto. Su equipo de trabajo lo hace posible. Para ello cuenta con una plantilla de aproximadamente 14 personas, más especialistas en instalaciones para el trabajo de campo, mientras seis personas desarrollan las ideas en la oficina. Un engranaje completo.

Alberto habla con la emoción de quien es capaz de transformar no sólo espacios, sino también vidas, pues como empresario ha tenido a cuestas la responsabilidad de sacar adelante una firma que involucra a muchas familias en medio de una pandemia que, por fortuna, no embistió a su empresa como le sucediera a otras que tuvieron que cerrar. “Fue compliado, por fortuna nunca tuvimos un brote de COVID-19. El 2020 fue de trabajo a distancia en home office, pero eso nos abrió un panorama enorme, la posibilidad de conseguir talento de otras latitudes con planos, renders y modelos. Nos dimos cuenta que podemos funcionar de manera remota”.

Reto superado

Jorge no da nada por hecho. Hay que construir el camino y no le teme a la adversidad. La pandemia lo obligó a cumplir los compromisos pactados con un equipo humano que se vio afectado por las inquietudes que trajo la contingencia sanitaria, pero el miedo no los iba a detener. “Nuestro negocio era fuerte  en el trabajo en obra. La incertidumbre era que pararan las obras, pero nunca nos llegó un comunicado en el que tendríamos que parar. Al principio hubo miedo, mucha gente prefirió guardarse, no quería estar en contacto con más gente y hubo faltas. Cuando el equipo se integró con las nuevas medidas todo funcionó bastante bien. Fuimos muy conscientes y la gente estuvo contenta de que nunca se descansó a nadie sin goce de sueldo”.

La voz de la experiencia

Como empresario, Jorge se ha convertido también en malabarista y equilibrar los proyectos que acepta ha sido clave para mantener su empresa, pues todos requieren el mismo compromiso. El arquitecto Panduro habla con los refranes que escuchó mientras crecía como si fueran un sello personal. Por ello tiene muy clara cuál es la ruta para su permanencia en el mercado. Como principio “apretarse las tuercas”, pues aunque no todos los proyectos que tocan a su puerta son de gran formato, esos pequeños trabajos han sacado a flote a su firma y entre risas confiesa: “Hay que guardar en las vacas gordas para las vacas flacas”.

Ahora sabe lo que es enfrentar y sobrevivir una crisis, por lo que el ahorro es de suma importancia. “En este tipo de situaciones, como es una pandemia en la que todos nos vimos afectados de alguna manera, es muy importante tener un ‘colchon’ guardado y tener de dónde poder subsistir y continuar con la vida lo más normalmente que uno pueda”.

Y para todos aquellos jóvenes arquitectos, Jorge recomienda empezar con un paso a la vez, con proyectos y metas tangibles. “Cuando uno está joven y acaba de graduarse de la universidad cree que puede comerse al mundo, pero es bien complicado y es cuando te metes en broncas tratando de ‘comerse al mundo en un bocado’”. Y es así como construyó cimientos sólidos en su carrera.

 

Perfil 

Las oportunidades 

El vivir tanto tiempo intramuros, en home office, generó nuevas necesidades, por lo que la inquietud por renovar los espacios le hizo aumentar los proyectos de interiorismo. “A la gente le surgió la necesidad de remodelar y hacer más agradables los espacios en los que estaban todo el tiempo, el trabajo fue constante, no fueron proyectos muy grandes pero siempre hubo movimiento”.

Por Gabriela Aguilar

gabriela.aguilar@mail.com

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